Prepelic hace de Llull y Randolph sobresale
El esloveno jugó de base y el pívot fue el mejor ante un buen Granca
Ocho partidos, ocho victorias, el Madrid sigue líder invicto en la Euroliga. Esta vez superó a un buen Herbalife Gran Canaria, que tuvo un meteórico arranque y llegó vivo al desenlace. Sin Llull ni Ayón, Prepelic gustó y Randolph destacó con 20 puntos y 10 rebotes.
Las cuentas del Madrid en la Euroliga son sencillas: ocho partidos, ocho victorias, líder invicto, aunque aún lejos de los trece triunfos que encadenó en la 2013-14. Batió al Herbalife Gran Canaria con sus números habituales, pero el marcador (y mucho más la valoración: 112-68) quizá tape la buena actuación de un rival que despegó como un cohete tras el salto inicial. Y que luego supo capear el obligado pico hacia abajo y no abandonar la velada antes de tiempo, pese a que tenía una justificación fácil. Nunca frenó, eso sí, la cadencia ofensiva blanca (61% en tiros de dos). La que mostró Randolph (6 de 8), el MVP oficioso.
El Madrid encaraba el duelo ante el Granca sin Llull y a la postre sin Ayón, con molestias en un pie. Y sin Kuzmic y a los cuatro minutos ya faltaba Tavares, al banco con dos faltas rápidas. Mientras eso pasaba, volaban los triples del Herbalife (6 de 8), con tres de Strawberry (13 puntos entonces). La brecha tocó los ocho.
Pero donde hay un problema existe también una oportunidad. Reyes, a pista y, poco después, Prepelic a jugar de base, ya sin medias tintas. Le había probado ahí Laso el domingo ante el Gipuzkoa de manera más intensiva y le fue bien. Anotó y se quitó algo de ansiedad de encima, fue útil al equipo, y ayer salió a pista cómodo y sin forzar, a mostrar más su habilidad para el pase que su gran tiro de larga distancia. Sus tres asistencias las dio entonces. Acabó con 13 tantos en 14:35. La ausencia de Llull, ese hueco, sirvió para que el esloveno diera un segundo paso al frente desde la tranquilidad.
Y los inconvenientes en la pintura facilitaron el lucimiento de Randolph (20 puntos, 10 rebotes y 26 de valoración) y el estreno de Thompkins, que debutaba este curso tras lesionarse hace más de dos meses en plena pretemporada. Había necesidad y actuó de cinco. Le falta ritmo, pero la manita la tiene incólume. No falló un tiro. Ni tan mal para empezar.
Al descanso, Maldonado intuía un cambio de tendencia, pero el Granca se rehízo varias veces. Ese saber aguantar el tipo tuvo tanto mérito como su meteórica arrancada. Primero reaccionó a un 60-47 y luego a un 75-62. Y lo hizo anotando solo dos triples en la segunda parte, incluso se sobrepuso a la intimidación de Tavares en el tercer cuarto (cuatro gorros). Entró vivo a los últimos tres minutos. Solo seis abajo (79-73) y… Rudy se tiró de cabeza a por una bola perdida, la salvó y asistió desde el suelo. Madera de líder.