El Betis salta del brillo al caos

Si la demostración de fútbol del Camp Nou despertó las excelencias del Betis de Quique Setién, la caída en Villarreal desnuda algunas carencias que estuvieron presentes durante casi todo lo que va de temporada. Hay un Betis de cara y cruz. Un equipo de dos caras capaz de lucir una versión de brillo en un escenario de ensueño y días después regresar a su caos liguero. El Madrigal fue testigo de ello: El Betis expuso su filosofía en escena y agarró pinceladas de dominio antes de que el Villarreal dictaminara que los partidos los suele ganar la pegada. La que no tuvo el conjunto verdiblanco. La que sí recuperó Gerard Moreno, un delantero de 20 millones de euros fichado para marcar diferencias.

También costó 20 millones William Carvalho, que aún busca su sitio en el equipo de Quique Setién. Es otro reflejo de esas dos caras con diferencias tan abismales. Sublime en el Camp Nou. Ni ápice de su verticalidad en Villarreal. No parece cuestión de estilo de juego ni de filosofía táctica. ¿Hay alguna duda de que Setién hubiese firmado que su equipo ejecutara la misma versión que ante el Barça? Quizás sus piezas, prácticamente las mismas, no tengan ni la fiabilidad del sobresaliente ni tampoco la debilidad del suspenso. Pero el término medio, el que marca un ritmo de cara y cruz, no es suficiente en Heliópolis. Ganar es la única realidad. Y ahora no está presente.