Lieja carga de presión al líder

Aspirar a lo máximo pero con los pies en el suelo es el lema instaurado en el Sevilla. Es la forma que tiene el club de transmitir a su afición que hay que disfrutar del liderato pero sin que la hipotética pérdida del mismo cree ninguna frustración. Nadie mejor que los que trabajan en el día a día del club sabe cuánto queda en el depósito de gasolina de unos jugadores que llevan más de cuatro meses jugando partidos oficiales y que han colocado al club en una situación que ni los más optimistas esperaban cuando el proyecto de Machín echó a andar.

Ocurre que, como ha pasado en temporadas anteriores, mimar a una competición implica descuidar otras. El año pasado LaLiga fue el segundo plato para favorecer un bello camino en Europa y en la Copa. Al igual que en la 2015/16, curso en el que no se deja de reprochar que Emery no ganara ni un sólo partido fuera de casa por entretenerse en ganar una Europa League y perder una Copa del Rey en la prórroga. Y estos síntomas se vieron en Lieja, donde un equipo mucho más titular que el que perdió en Krasnodar y casi hace el ridículo en Akhisar no dio la talla. No es cuestión de nombres exclusivamente, sino de que al futbolista le gusta el glamour y el del Sevilla está en LaLiga. Por ello, en Vitoria hay que limpiar la mala imagen dada en Lieja y eso no hace más que añadir presión al líder.