AS (Sevilla)

Rubi accedió a ir al Barça a la tercera llamada de Tito

“Sólo pudimos coincidir una semana”, se lamenta

- POR A.MARTÍNEZ/I.MOLERO

Amitad de camino entre su paso por el banquillo del Espanyol B —donde coincidió con la etapa perica de Ernesto Valverde— y su reciente regreso por la puerta grande a Cornellà-El Prat, Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ sumó a su mochila de experienci­as vitales un año emocionalm­ente cargado en el Barcelona.

Su aval fue nada menos que Tito Vilanova, quien ya lo había intentado reclutar para una de sus primeras experienci­as en el banquillo. “Trató de ficharme para el Figueres la temporada 2003-04, pero ahí decidí irme al Sabadell”, reconoce Rubi en conversaci­ón con As. Habría una segunda intentona frustrada, ya en Can Barça,y en 2012. “Primero, tenían que irse del club unas personas que finalmente no se fueron. Y después, ese verano me ofrecieron ser el primer entrenador del Girona, tras haber ayudado a salvarlo”. Rubi permanecer­ía en Montilivi, para quedarse a un partido del ascenso a Primera, y hacer así más méritos para que, de nuevo, Tito persistier­a. No se olvidaba de él.

“Me volvió a llamar”, reproduce. Y abunda: “Ahí me surgieron muchas dudas, pues acababa de asomar la cabeza como entrenador. Pero pensé que era una oportunida­d muy buena porque yo no había estado nunca en Primera, y trabajar en un club con un engranaje tan fuerte sólo podía ayudarme a mejorar. Por eso decidí ir para allá”.

Pero la realidad fue tozuda. Nada más iniciarse la pretempora­da, Tito recayó de su enfermedad. “Sólo pudimos trabajar juntos una semana”, lamenta Rubi, quien recuerda cómo cambiaron los planes. “Con Tito tenía unas funciones muy claras en el cuerpo técnico. Luego llegó el ‘Tata’ Martino y, aunque el trato fue excelente, mi trabajo era hacer lo que él me pidiera, ya fuera prepararle una jugada a balón parado, mirarle determinad­o vídeo…”, enumera.

Un año duró la etapa azulgrana, en la que pese a su cambio de rol y la desgraciad­a defunción de Tito, en lo deportivo aprendería “sobre gestión de jugadores, de entrenamie­ntos y detalles del mundo del fútbol”.

Y le sirvió también para fortalecer su relación con Jaume Torras. Era el amigo en común de Tito y Rubi. Se conocían desde 1991, cuando jugaron juntos en el Manlleu y compartían estudios en la Universita­t de Vic. Hoy siguen unidos en el Espanyol. “Es uno de esos cuatro o cinco amigos de verdad que uno tiene”, sentencia Rubi, que de todo extrae una lectura positiva.

El cambio “Con Martino el trato fue excelente, pero hacía lo que me iba pidiendo”

 ??  ?? EQUIPO. Tito Vilanova reunió en el Barça a Rubi y a Jaume Torras (derecha), hoy tándem en el Espanyol.
EQUIPO. Tito Vilanova reunió en el Barça a Rubi y a Jaume Torras (derecha), hoy tándem en el Espanyol.

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