Hay que quejarse de otras cosas
Después de la paliza física de la Copa, con un once de circunstancias y contra un rival que muerde a cualquiera en Butarque, el repaso se veía venir... pero no tanto. De estar inspirado, el Leganés hubiera podido endosarle al Betis un marcador no de los que sonrojan, porque el 3-0 ya le saca los colores a cualquiera, sino de los que quedan marcado para los restos como motivo para la vergüenza. Con todo, los resultados de la jornada acompañaron y el Betis seguirá enganchado a los puestos de arriba, así que más allá de la mala imagen la cosa quedará de momento en un mal menor.
Volvió a quedar claro que competir jueves-domingo no le sienta bien a una plantilla ya de por sí corta y a la que en invierno no se le ha sabido o podido reforzar. Llegaron dos fichajes que no han pisado Europa antes como Lainez y Emerson, muy jóvenes además (18 y 20 años), y que se desenvolvían en posiciones que en principio no necesitan ser mejoradas como son el extremo-mediapunta y el lateral derecho. Y acabó arribando un tercero, Jesé, que acumulaba mucha inactividad y que tampoco es el punta de referencia que Setién reclamó para su ataque. Más le habría valido al cántabro quejarse (donde proceda) de este fallo grave de planificación que hacer de menos a un rival que ayer se comió a su equipo y se colocó además, a solamente tres puntos.