La visita del Sevilla no deja indiferente a Roma
Los ex sevillistas del Lazio, con cuentas pendientes
Roma recibió al Sevilla al mediodía de ayer con unos grados menos de los que se dejaron en la capital andaluza pero con un ambiente más que agradable. La llegada del pentacampeón no parece haber despertado demasiado interés por parte de la hinchada local a tenor de la pobre entrada que se espera esta noche, pero el partido sí tendrá numerosas cuentas pendientes desde el lado laziale. Por contra, los de Machín cuentan con el apoyo de la mitad de la capital italiana, donde mitad el odio a sus vecinos, mitad la de ex sevillistas que hay en sus filas, se ve a los de Nervión como un club amigo.
En el Lazio esperan los ex sevillistas Luis Alberto, Immobile y Correa. Luis Alberto fue la promesa en la que más esperanzas se depositaron en Nervión desde la irrupción de Jesús Navas, pero la presión de la élite le pesó en sus comienzos y tuvo que hacer las maletas para hacer su camino en el fútbol. “Me mentalicé de que no valía lo que estaba haciendo para jugar en la élite. He pulido bastantes cosas”, reconocía el de San José del Valle. Immobile llegó en 2015 como relevo de Bacca y la falta de adaptación provocó que en enero de 2016 estuviera fuera del equipo para volver a lucir en Italia. Y en Correa se vio al heredero de Vitolo pero el argentino nunca tuvo continuidad en su juego y también se marchó. Por si fuera poco, en el Lazio también espera el ex bético Durmisi, que goleó al Sevilla hace un año en el derbi en Nervión.
Contraste. Por contra, la parte romanista de la ciudad apoya al Sevilla para quedarse como único equipo europeo de la capital italiana. Y en el Roma, desde Monchi a Nzonzi, pasando por Perotti o Fazio tienen motivos para ir con un club en el que pasaron momentos poco agradables pero también en el que consiguieron los mayores éxitos de sus carreras a nivel de clubes. De hecho, todos, levantaron alguna Europa League con el Sevilla, además de la Copa del Rey en el caso de los dos argentinos.
El partido tiene tantas intrahistorias como protagonistas, ya que hasta Kjaer tiene cuentas pendientes. En su único año en el Roma, cometió un penalti por el que fue expulsado en el derbi ante el Lazio. Su equipo ganaba y, a raíz de esta acción, acabó perdiendo. Hasta el frío danés podrá reivindicarse.
Rival Los romanistas mostraron su cariño a los sevillistas desplazados