El Vicente Calderón ayer comenzó a derribarse
Las obras durarán varios meses y se acometerán en dos fases
La taladradora agujerea el asfalto enfrente de lo que una vez fue el bar 1903. Y esa es la novedad con respecto a los últimos días: el lunes se firmó el acta de comprobación de replanteo, el silbato que inicia, oficial, las obras de demolición. Hasta entonces todo eran preliminares. Fijaciones, limpieza, la valla de chapa en la parte de tribuna, pegada a la M-30, que se detenía al llegar a las plazas de aparcamiento regulado (SER). Sus rayas azules eran el límite hasta el lunes. Hasta que llegara el acta, última carta, ultimísima, al Vicente Calderón. Ayer los obreros ya podían picar en todo el perímetro para acabar de vallar el campo.
Las obras durarán meses y tendrán dos fases (ver gráfico). Por un lado se demolerán los fondos y la grada lateral. Por otro, la tribuna sobre la M-30, tras construirse un desvío provisional en mayo. La primera grúa entrará al campo la próxima semana. Irá arrancando a bocados la grada. Lo último que caerá será su fachada. Todas las operaciones para derruirlo se realizarán desde dentro hacia fuera. Por seguridad, acústica y protección del entorno. Para que la propia fachada ejerza de escudo ante el ruido, el polvo. Con colegios cerca, ningún transporte de materiales se realizará en horario de entradas, salidas o recreos. Cuando se vacíe el anillo interior, con el desmontaje de los asientos que quedan, las barandillas, la retirada de la instalación eléctrica, comenzará el desmontaje de la grada superior, de abajo a arriba. Después será la fachada, el fin de la primera fase.
Si se cumplen los plazos fijados en el convenio firmado en diciembre entre Ayuntamiento, Mahou y Atlético, el Calderón quedará demolido en septiembre. Justo después comenzará a urbanizarse la zona. La parte de la M-30 se cubrirá con una losa que albergará una zona verde, cuando ya nada quede del campo, sólo recuerdos. Más de 51 años. Muchos reunidos en la exposición de Los 50, Del Manzanares al Calderón, que hoy llega a Boadilla, Madrid. La manera de celebrar los diez años de su peña atlética. A las 19:30, cuando la taladradora lleve ya otra tarde trabajando.