El Athletic fue una roca en la bronca de Perugia
Jugó con diez y el Roma empató con penalti de risa
EI penúltimo amistoso de la pretemporada fue el compromiso más duro del verano para el Athletic. Un encuentro bronco sobre un patatal, en el que el equipo bilbaíno se agarró a un manual de supervivencia durante media hora por expulsión de Yuri. Tarjetas, un penalti inventado, peleas... no faltó de nada.
Cuando un equipo saca todas sus naves en un escenario de cierto renombre (aunque en las playas de España hay más condiciones para jugar al fútbol que en el patatal de Perugia) y ante un equipo con la historia y el presente del Roma, suele decirse que está ante fuego real. Y eso fue el amistoso de ayer: un bolo veraniego con la piel de un compromiso en el que los puntos ya valían. Así hay que interpretar las mil
faltas que hubo, que cortaron el ritmo, la roja a Yuri por entradón absurdo a Defrel (esto es inexplicable), las cuatro amarillas, los piques y hasta un penalti de risa absoluta en el descuento que privó de la victoria a los leones. Estos estaban desquiciados con Zaniolo, que lanzó un disparo a portería que le dio en la mano y el árbitro apreció que posteriormente le rozó en el codo a Yeray. No quiso desengañar al colegiado Maresca. Un error gigantesco para acabar con esperpento un partido muy serio de los rojiblancos, a los que la torpeza de Yuri hasta les vino bien para sacar ese alma de héroes. Con diez controlaron la situación.
Antes de esa acción, la que deja al colegiado y un auxiliar por los suelos, hubo mil relatos. El Athletic sigue evolucionando en la idea de tener más control del juego. Unai López se ha hecho definitivamente con un puesto en la medular e Íñigo Martínez tuvo 90 minutos. La conexión Williams-Muniain propició el 0-1. Kolarov empató de falta directa y un penalti, este sí que era, transformado por Raúl García puso el 1-2. Luego llegó el disparate.