A Sevilla, amoratados y sin Calero
Se acabaron los experimentos, las especulaciones, los rumores, los debates menores sobre el color de la camiseta o los resultados de la pretemporada. Atrás quedan también los momentos de preocupación del caso OIKOS que llevaron a Borja por delante, la rectificación del precio de los abonos y la marcha de Carlos Suárez de la gestión del club tras 18 años al frente de la entidad blanquivioleta.
Ha sido un verano movidito, en el que se ha confirmado la marcha de Fernando Calero al Espanyol. Cada uno juega donde quiere y no juega donde no quiere y, desde diciembre, el de Boecillo quería saltar del Real Valladolid. Nunca quiso renovar y, por fin, cumple su deseo. Nada que objetar, pero que no tome al personal por idiota. A mí, por lo menos, no me la da y creo que ya a muy pocos.
Y, de repente, nos plantamos hoy en Sevilla con nuevo consejero delegado y en las mejores manos, las de Sergio González. Con una plantilla mejorada arriba con Sandro y debilitada atrás por la marcha de Calero, en general parece un grupo mejor armado que el año pasado, con más fondo de armario y con un año ya de experiencia en Primera para gran parte de los jugadores. No es un inicio cómodo
la visita al Betis. Campo lleno, la presentación de Borja Iglesias... no han estado bien los de Rubi en pretemporada, pero son un complicado rival que exigirá al máximo al Valladolid de Ronaldo. Esto empieza y lo afrontamos cargados de ilusión para vivir un año más muy de cerca a este Valladolid más amoratado que violeta, pero que es el de todos y el de siempre desde 1928. A por ello.