Adrián, de penalti, igualó el golazo de Rubén Castro
Máxima prudencia en el Málaga. Pedri, enorme talento
El derbi de los caóticos, como no podía ser de otra forma, terminó en tablas. Málaga y Las Palmas se repartieron un punto para cada uno en una jornada donde ambos expusieron lo mucho que tienen en común. Apreturas económicas, cantera como respuesta al despropósito institucional y muchos nervios. Víctor y Mel no sacaron sus equipos soñados sino, lo que tienen. Y en el caso del técnico del Málaga, ni eso. Sólo hizo un cambio. El famoso VAR tuvo trabajo en su estreno en La Rosaleda.
Desafío entre dos agrupaciones unidas por un caos de sus dirigentes impulsado por gobernantes peculiares. Víctor, que convocó a seis filiales, sólo alineó a uno de salida por dos de Las Palmas. Necesidad combinada con prudencia. En Las Palmas Pedri, 16 años de edad y con una calidad descomunal. Recuerda al inolvidable José Antonio Reyes.
El segundo tiempo empezó fatal para el Málaga. Error de Mikel Villanueva que rifa un balón que rebaña Pedri y Rubén Castro, inteligente y experto, pone fuera del alcance de Munir, que estaba adelantado. Golazo del killer. Se revisa en el VAR por un fuera de juego que, por supuesto, no existe.
El Málaga de los filiales, sobrado de corazón pero carente de recursos, no hacía sufrir a Josep. Su fútbol atropellado refleja la gestión del señor Al Thani, el presidente/tuitero. A los 76’ Juanpi es derribado dentro del área por Aythami. Penalti chequeado por el VAR. Adrián lo transforma en el 1-1. Reparto de puntos entre los reyes del desastre y el límite salarial.