Odegaard es un cañón e impone su ley en Mallorca
El noruego firma el gol del triunfo para la Real Sociedad
Son Moix ya no es inexpugnable. Martin Odegaard fue el verdugo de un Mallorca combativo y que cayó a la contra. El noruego ya lidera al conjunto donostiarra y desquició a los bermellones con su calidad y paciencia. Fue un duelo vistoso por momentos y en el que ninguno mereció caer. La Real ya gana esta temporada y el Mallorca sufrió el primer traspiés. Ocho meses después cae en casa.
El equipo bermellón apareció sin complejos y dispuesto, con en la pasada jornada ante el Eibar, a marcar territorio en Son Moix ya desde la primera acción. Y Lago Junior tuvo el 1-0, pero no remató con la suficiente fuerza como para sorprender a un Moyá que regresó a la que considera su casa. El Mallorca estaba cómodo con ataques eléctricos y sin recrearse en la asociación y Budimir merodeó el área. Eso sí, fue aparecer Odegaard y el conjunto donostiarra carburó. El noruego tiene un control del espacio excelente y un cambio de ritmo que le permite sortear rivales con mucha facilidad y, en el 31’, empezó a pisar el área del Mallorca. Pero la ocasión más clara fue para Oyarzabal. Illarra se inventó una asistencia inmejorable con un pase largo y el atacante, sin pensárselo, disparó a puerta. Reina estuvo portentoso y se ayudó del palo para evitar el 0-1.
En la segunda mitad, el ritmo fue más parsimonioso y llegar con peligro al área rival parecía un suplicio. Pero en los últimos minutos del partido todo cambió porque ambos conjuntos se lanzaron al ataque. Y en ese intercambio de golpes, la Real demostró más veneno. El Mallorca pudo marcar, pero el palo evitó el 1-0 de Lumor. Y, en el 83’, llegó el golpe donostiarra. En una contra de videoteca, de solo siete toques en la que intervinieron Moyá, Oyarzabal, Portu (entró al terreno de juego en el 63’) y Odegaard, el noruego marcó y dio los tres puntos al conjunto donostiarra. Firma de oro para su partido.
Ocasión Lumor disparó al palo minutos antes del 0-1 donostiarra