Roche, el enamorado de la Vuelta se viste de rojo
“Me encanta España y me encanta esta carrera”
Nicolas Roche era un hombre feliz en la meta de Calpe, aunque tuvo unos momentos de incertidumbre ya que los jueces tardaron unos minutos en comunicarle que era el nuevo maillot rojo de la Vuelta.
Entonces el del Sunweb se quedó “sin palabras” al encontrarse con un premio que no pensaba al principio del día, donde su objetivo era acompañar a Wilco Kelderman, el líder del equipo alemán. “Cuando vi que él había pasado bien el puerto (llegó a meta a 37” de Nairo, en el grupo de López y Valverde), me decidí a probarlo. Sólo cuando me encontré en el último corte, es cuando se me empezó a pasar por la cabeza la posibilidad. Mi objetivo también era la etapa, pero el ataque de Nairo llegó en un momento estratégicamente perfecto”, explicó.
“Me encanta el calor, y me encanta la Vuelta, por eso siempre intento llegar en la mejor condición”, explicaba en un perfecto castellano este ciclista que ha vivido muchos años en España y que cuenta con sangre de campeón como hijo de Stephen Roche, ganador de Giro, Tour y Mundial en 1987. Él, que no se ve aún como candidato, sí quiere “disfrutar del maillot todos los días” que pueda. Y es que tiene muy presente lo que le ocurrió en 2013, cuando se vistió de líder en Peñas Blancas y lo perdió al día siguiente en Valdepeñas de Jaén.
Ahora, a sus 35 años, se le presenta una oportunidad más propicia, ya que este lunes la etapa es llana, con dos puertos de tercera donde, a priori, no se debe romper la carrera. Aunque tendrá el nerviosismo de si Nairo intenta arrebatárselo, ya que está a dos segundos y le valdría la bonificación. “No le quitaré ojo”, afirmó, aunque el colombiano no parecía por la labor de intentarlo. El del Movistar declaró que puede estar tranquilo: “Si lo hubiera cogido junto al triunfo de etapa, pues un premio más, pero también sé el trabajo que conllevaría, así que está bien así”.
Su líder “Cuando Kelderman estaba a salvo, ataqué”, dijo Roche