Vallehermoso se reabre con un lleno: “Es genial”
El nuevo estadio tuvo 10.000 personas y ganaron Carro y Ortega
Yel atletismo regresó al verano de Chamberí… En esta ocasión el continente era más importante que el contenido. El viejo Vallehermoso se reabría como estadio tras 12 años de cierre, en los que en lugar de una pista había un agujero. Lo hacía transformado en una instalación modernísima. La ausencia del recinto había silenciado en parte el atletismo de nivel en Madrid, pero este 25 de agosto de 2019 la luz regresó con tanta intensidad como el verde lima que da una personalidad única al nuevo anillo de 400 metros. Largas colas para entrar, 10.000 personas y el cartel de ‘entradas agotadas’ en la taquilla. Alto nivel de atletismo y dos victorias españolas: Orlando Ortega (110 vallas) y Fernando Carro (3.000).
Con los mitos El Guerrouj, Fermín Cacho y Ruth Beitia (siete medallas olímpicas) en la grada, la temperatura del entendido público subió progresivamente desde las 20:00 a las 22:35 que acabó la reunión. Primero María Vicente, la joya de 18 años, fundía su marca personal de longitud (6,49) y fue tercera; Asafa Powell, en su día plusmarquista de 100 (9.72) hasta que llegó Bolt, comenzaba a pasear su brutal potencia… A las 21:30, fiesta popular: una ola. No todo es competición. Más temperatura, que aumentó con la salida a
pista de Orlando Ortega, un seguro en el arte del 110 vallas. Ganó fácil: 13:32. “No me quería perder este espectáculo por nada”, contaba el subcampeón olímpico, que viajó directo desde París, donde el sábado fue segundo de la Diamond: “Mereció la pena el esfuerzo”.
Y una moto, la de Mariano García, aceleró las pulsaciones con una carrera de 800 a un ritmo infernal para él: 50.00 el 400. “No sé que marca tengo en esa distancia, pero esta gente me daba energía para ir a tope”, decía el extrovertido murciano, que se llevó una mínima para los Mundiales (1:45.67). El primer español de esas dos vueltas fue Kevin López. “Nunca había visto nada así en España, con tanta gente. Ojalá esto sea la norma”, decía el sevillano (1:45.38). “El público estaba encima, tremendo”, contaba Álvaro de Arriba, con otro pase mundialista (1:45.57).
En los días de subidón también hay momentos de bajada. Un momento apoteósico fue la salida del 400 con Bruno Hortelano y Óscar Husillos, dos iconos de la velocidad, aclamados hasta la extenuación por las calles 4 y 5. Pero sus ganas no fueron suficiente para revalidar el espectáculo de Moratalaz 2018. “Me habría gustado correr más rápido por esta gente”, decía semiemocionado Hortelano, inédito este 2019 por lesión, con 46.35 y último. Husillos, hizo 46.17, sexto. Bamidele ganó.
Quedaba la velocidad, las finales de 100. Horn, sudafricana, dominó la carrera femenina con 11.01. Mike Rodgers, subcampeón de Estados Unidos, bajó por primera vez de los 10.00 en el sintético verde. 9.97 es el nuevo récord del estadio, que era de Linford Christie. Cerraba un héroe local: Fernando Carro. Plusmarquista español de 3.000 obstáculos, corría la distancia en liso. Vive el momento más dulce de su vida y ganó la carrera con un cambio final a su estilo, dislocado, destartalado, pero efectivísimo: “Esto ha sido la leche, genial. El atletismo en Madrid gusta”, reivindicaba el de San Blas, que corrió en el viejo Vallehermoso, decadente y con el tartán lijado, casi el asfalto. Ahora ese lugar es un superestadio de 10.000 personas. Las que hubo el 25 de agosto de 2019, el día en el que el atletismo regresó a Chamberí.
Kevin López “Nunca había visto nada así en España, con tanta gente, ojalá sea la norma”
Regreso La reunión agotó las entradas y Carro y Ortega regalaron dos buenas victorias