Parejo da paz al Valencia ante un Mallorca peleón
Dos goles de penalti del capitán le dan el primer triunfo
Tenía que ser Dani Parejo, como tantas otras veces en la era Marcelino. Sus goles, tras sendos penaltis provocados por Coquelin, que pelea cada balón como si fuera el último de su vida, quitaron los resultados de la ecuación de la crisis veraniega del Valencia. Los de Marcelino lograron gracias al acierto y personalidad de su capitán su primera victoria, un Valencia cuyo mayor mérito hasta el 1-0 fue aliarse con la suerte, la que le faltó al Mallorca para estrenarse a domicilio en su vuelta a Primera. Pero el travesaño de Sastre y el
palo de Lago Junior quedan ya en anécdota de una tarde que pudo ser la último de Rodrigo con el Valencia. O no, porque esa ‘X’ está aún por resolver.
Fuera por el calor, que lo hacía; sea porque la mente la tienen en otros menesteres, que se lo digan sino a Rodrigo, al Valencia le costó pillarle el pulso al partido. También hay que decir que enfrente tenía un equipo hecho, un bloque sólido con pocas fisuras, que es lo que engendró hace dos años Vicente Moreno en la isla y lo que le ha llevado a la élite. Quizás le falte gol al Mallorca, ese fue su mal en Mestalla, pero eso se paga y en el once balear sólo había 3,7 millones en refuerzos y hasta cinco futbolistas que hace dos años militaban en Segunda B. Lo suyo no es mérito, es lo siguiente.
Lo mejor que hizo el Valencia fue salir tras el descanso con actitud de resolver por la vía rápida y así lo hicieron. Fue de nuevo por obra de Parejo y de penalti, aunque bien podría haberlo sido por la de Ferran Torres, quien necesita la regularidad que debe darle la lesión de Carlos Soler. Por el peso de los goles, el Mallorca se fue yendo de Mestalla. A partir de ahí estuvo más cerca un tercer gol local que un acercamiento balear. El partido quedó para que Mestalla despidiera con aplauso pero sin petición de permanencia a Rodrigo cuando fue sustituido por Maxi Gómez y para que en Asia creciera la audiencia por el debut del japonés Take Kubo y los primeros minutos de la temporada del coreano Kang-in Lee, a quien Mestalla recibió con locura de fan adolescente.
Sin fortuna El Mallorca, con 0-0, envió un balón al travesaño y al palo