EE UU debuta con poca pirotecnia en el Mundial
Los de Popovich ganan sin extravagancias a la República Checa
No habrá fuegos artificiales en este Mundial con Estados Unidos. Los campeones son los favoritos, pero habrá poco baloncesto por encima de la canasta en un equipo que dominan los bajitos. Trasladada por la FIBA a las luces de neón de Shanghái, su estreno tuvo, sin embargo, poca pirotecnia. La selección de Popovich se deshizo cómodamente de la República Checa, pero dejó un aire funcionarial, poco habitual en su juego. Seguramente porque eso es lo que ha venido a hacer a China sin sus estrellas. Un trabajo serio y coral hasta donde pueda, que intente llevarla al título.
Es apasionante pensar en un, quién sabe, Serbia-EE UU en una final. Los gigantes de Djordjevic ante los bajitos de Pop. Kemba Walker (1,85) y Donovan Mitchell (1,90) fueron junto a Harrison Barnes los líderes ofensivos de los yanquis. Frente a las anotaciones de más de cien puntos de España, Italia y los mismos plavi, los norteamericanos despacharon a la República Checa con un correcto 67-88. Pero de los monstruos NBA se espera también show y, de momento, no lo hubo.
No se puede obviar el talento individual de los estadounidenses. Además de Walker y Mitchell, otro pequeño como Smart es capaz de ofrecer buenas prestaciones y ver jugar con esa finura a Tatum siempre es un gusto para el espectador. Middleton hizo ocho puntos en 15 minutos y resulta fiable. Popovich movió a velocidad de
vértigo el banquillo desde el inicio pero, ojo, sus rotaciones tocan menos a dos de los tres únicos altos que tiene (de ahí que en todo el partido sólo cogiera tres rebotes más que los checos). Brook López y Plumlee parecen destinados a un rol residual en un equipo obligado a jugar en una transición continua por el perfil de la plantilla. El partido se resolvió muy pronto y careció de más interés que comprobar qué highlights dejaban las estrellas, pero ayer hubo pocos fuegos artificiales en Shanghái.