Los corredores se fueron de Cortals en unas telecabinas
El pelotón sufrió un enorme atasco
Una granizada cayó sobre la meta de Cortals d’Encamp cuando los corredores estaban en la sección final de la etapa. A muchos de ellos les cogió en el sterrato, que pasó a ser barro total. “Los que manejan el ciclocross pasaban volando, pero el resto…”, dijo Samitier, del Murias. Algunos se pararon en plena carrera debajo de unos árboles ante el impedimento de poder seguir con total seguridad.
Los ciclistas llegaron a meta con fatiga y en algunos casos muy perjudicados por el temporal, como le ocurrió a Alejandro Valverde, que tras su llegada no podía articular palabra. “Estaba tiritando y creíamos que tenía casi hipotermia”, dijeron desde el Movistar. Bajó en coche, aunque la mayoría, por recomendación
de sus equipos, descendieron en un funicular que conectaba la cima con la localidad de Encamp.
Era el mismo medio de transporte que el de los espectadores. Los corredores tenían prioridad, pero igualmente se produjo un atasco monumental, ya que se registró una tormenta eléctrica que activó los mecanismos de seguridad del teleférico. “La seguridad es lo primero y por suerte o por desgracia el clima no se puede controlar”, apuntaron desde la Vuelta.
El trayecto, que en la ascensión fue de diez minutos, costó alrededor de media hora para la bajada. AS fue testigo, compartiendo descenso a bordo con numerosos ciclistas. “Es increíble, tenía que haberme bajado en bicicleta. Servirá de lección para otros años”, se quejaban.