Djokovic se retiró y debe defender 2.600 puntos
El serbio puede perder el número uno a manos de Nadal
Novak Djokovic no iba de farol. Mucha gente pensaba que el serbio fingía en el US Open, que su lesión en el hombro izquierdo no era tan grave como parecía. Más después de su contundente victoria ante Denis Kudla en la tercera ronda. Pero ni Carballés, ni Londero ni el propio Kudla eran rivales con suficiente entidad para calibrar el verdadero estado del balcánico. Apareció Stan Wawrinka, ganador de tres Grand Slams, y las heridas de Djokovic se descosieron. El suizo no perdonó a Nole, que no pudo afrontar el reto físicamente (durante el encuentro, recibió tratamiento médico).
Stanimal ganó los dos primeros sets y con un quiebre en blanco en el tercero, tras doble falta de Novak, le dio la puntilla (6-4, 7-5, y 2-1 en 1h:46), la excusa que quizá necesitaba el número uno del mundo para hincar la rodilla, marcharse y pensar en próximos objetivos. El público no lo entendió y abucheó al tres veces campeón del torneo (2011, 2015 y 2018) cuando abandonó, con el pulgar de la mano izquierda apuntando hacia arriba, la gigantesca Arthur Ashe, que se le vino encima. Injusto final. Es la sexta vez que el tenista de Belgrado se retira en un Grand Slam, tras Roland Garros 2005 y 2006, Wimbledon 2007, Australia 2009 y Wimbledon 2017.
Djokovic compareció ante la prensa abatido, con la gorra puesta y la cabeza gacha. “No quiero hablar de la lesión, ya lo dije y me ciño a eso. Es muy frustrante. En cuanto al público, no estoy ofendido ni me siento maltratado. No le presto mucha atención a esas cosas. Me gusta respetar a los demás y espero que ellos respeten mi decisión. Mucha gente no sabía por lo que estoy pasando, así que no puedo culparles”. Wawrinka (34 años), beneficiado por la desgracia de su rival pero merecedor del pase, se enfrentará mañana al ruso Medvedev (5º favorito), que ganó al alemán de previa Koepfer (3-6, 6-3, 6-2 y 7-6 (2).
Djokovic había mostrado antes claras señales de su malestar. No estaba de humor y ahora su futuro es incierto. Dependiendo del alcance de su
dolencia, podría perder el número uno a manos de Nadal. En Nueva York se ha dejado 1.820 puntos y de aquí a final del año defiende 2.600 (ver tabla). Si el balear, que no protege ni uno, gana el US Open, se quedará a sólo 640. En la carrera al Masters, le metería un buen pellizco a su rival (9.225 contra 7.265). Y ojo con Federer, que estará al acecho. Con una victoria en la Gran Manzana sumaría 8.770 y defiende 1.620 hasta diciembre. Planes. “Tengo planeando jugar en Tokio (30 de septiembre al 6 de octubre) y espero poder”, adelantó Djokovic, que habló sobre el ranking: “Tengo muchos puntos que defender. Rafa, Roger y el resto están jugando bien. Pero yo lo hago bastante bien los últimos dos meses del año”. Nadal que jugó anoche ante Cilic, lo hizo sabiendo que si ganaba se mediría con Schwartzman, que venció por 3-6, 6-2, 6-4 y 6-3 a Zverev. Andújar se jugó el pase ante Monfils; al ganador le esperaba Berrettini, que barrió a Rublev (6-1, 6-4 y 7-6 (6)).
Derrota Por el lado de Nadal, Schwartzman eliminó a Zverev