Víctor Claver
Víctor Claver (Valencia, 31 años) fue capital para que la Selección derrotara a Italia y a Serbia. “Estoy disfrutando del Mundial”, admite el alero del Barcelona.
—Jorge siempre me ha tratado superbién. Desde que llegué ese verano. Tuve muy buena relación con él. Y con los demás, igual. Es el ADN que hay aquí: al que llega nuevo se le acoge como uno más.
—Dice Garbajosa: “Claver es más importante de lo que parece en esta Selección”.
—Scariolo siempre ha confiado en mí, eso es algo innegable. Desde su primer año siempre he estado entre los doce. La polivalencia que me ha hecho dudar sobre si era tres o cuatro en los campeonatos siempre ha sido beneficiosa. Poder ser un jugador capaz de hacer diferentes cosas y defender a gente más grande me ha beneficiado.
—Me decía que veía su inicio en la Selección lejano. ¿Cómo ve su experiencia en la NBA? ¿Con nostalgia o como una cuenta pendiente?
—También lejana. Pero me siento afortunado de haber jugado allí. Es cierto que no me fue todo lo bien que me hubiera gustado, pero no me arrepiento de nada. Fui en el momento que me tocaba. Mi situación personal y deportiva lo pedía. Las experiencias malas son las que más te hacen crecer.
—Cuando uno se quita del camino a Serbia, Argentina y Estados Unidos de un tirón, ¿se hace castillos en el aire pensando en el oro?
—Eso es peligroso y, además, no es real. En los últimos dos Mundiales lo hemos vivido. Sobre todo en 2014, que todo iba perfecto y se truncó.
—¿Esa es la lección?
—Sí, la de 2014. Hay que ser sensatos, humildes y no pensar más allá. Es cierto que hay selecciones favoritas que es mejor no cruzarte, pero eso no significa que Polonia no te pueda dar un susto.