La Vuelta se decide en un etapón sin descanso en Ávila

Alerta por posibles tormentas

Con la Vuelta controlada, pero con el susto en el cuerpo. Así llega Primoz Roglic, maillot rojo de la Vuelta, a la etapa decisiva de la ronda: una jornada íntegra en la provincia de Ávila de 190 km donde apenas hay descanso. Se trata de un trazado que ideó Carlos Sastre, ganador del Tour 2008, para mostrar las bondades de su tierra a la vez que ser lo suficientemente dura como para poder vivir un cambio significativo en la general. Se empezará a subir prácticamente de inicio, con un puerto de entidad como Pedro Bernardo por su longitud (un primera categoría de 18,4 km al 4,4%). Será la primera de hasta seis ascensiones.

“No hay descanso y los puertos son de ese asfalto que agarra”, apunta Sastre. Serranillos (9 km al 4,8%), nombre que evoca a la exhibición de

Bernard Hinault y el hundimiento de Gorospe, Navatalgordo (un segunda categoría de sólo 3 km pero al 7,2%), Chía (3 km al 4%) darán paso al que se apunta como subida clave del día, Peña Negra, otro primera de 14,2 km al 5,8%. Se coronará a 34 km de meta y parece como una de las últimas ocasiones para que se muevan los favoritos ya que el final, inédito en la Plataforma de Gredos, es más suave: 9,4 km al 4% de media. Lluvia. Sin embargo, la climatología puede hacer cambiar cualquier estrategia, porque de nuevo se prevé que aparezca la lluvia e incluso alguna tormenta. Y eso, tras esta última semana repleta de sustos para el líder, aparece amenazante. “Sólo estoy más cerca del triunfo, pero la Vuelta no está ganada”, dijo ayer tras salvar una situación difícil en la etapa de Toledo.

Sitio clave Peña Negra se corona a 34 de la meta en la Plataforma de Gredos