Anduva devora al Sevilla
Ridículo del equipo hispalense, que salió al campo sin tensión El Mirandés sigue en plan ‘matagigantes’
EI Mirandés sigue siendo el portavoz de los pobres. El orgullo de Segunda. Un equipo que ha puesto patas arriba esta Copa de formato que permite ir forjando momentos épicos. Por cuarta vez en su historia el equipo rojillo logró la clasificación para cuartos y lo hizo por todo lo alto (3-0). Tras cargarse al Celta, doblegó en Anduva al todopoderoso Sevilla, ayer un conjunto mediocre, con doblete de Matheus y la puntilla de Álvaro Rey. Nolito maquilló el resultado en la recta final. El conjunto local sacó petróleo en su primer acercamiento. La pelota cayó en los pies de Matheus tras una efectiva presión. El delantero brasileño se hizo hueco en el interior del área para batir a Vaclik con un ajustado disparo. Trató de reaccionar el cuadro hispalense; Banega recogió el balón en el segundo palo, pero su remate se le escapó.
Lopetegui no lo veía claro. Los rojillos se mostraban más intensos y apenas dejaban resquicios atrás. Tan incómodo se sentía el Sevilla que la escuadra de Iraola puso tierra por medio. Matheus golpeó desde 30 metros y su remate rozó en Gudelj para hacer inútil la estirada de Vaclik. El técnico visitante mandó calentar a Ocampos y Jordán. Había que disolver aquel ridículo.
Al filo del descanso, Navas profundizó por banda derecha, pero Munir mandó a las nubes el envío. Hubo tiempo para más. El Mirandés pudo ampliar la ventaja. Primero con un lanzamiento escorado de Merquelanz y después con un remate de espuela de Matheus, omnipresente en ataque. El partido era de ida y vuelta.
Lopetegui dio un claro mensaje a su equipo. Introdujo tres cambios de una tacada. Aunque también dejó claro que se había equivocado con el once. El Sevilla pisó más el área rojilla en cinco minutos que en toda la primera parte. Nolito tuvo la oportunidad de recortar diferencia. Apareció el VAR por primera vez en Anduva y el colegiado señaló pena máxima de Diego Carlos. Una entrada desmedida a Peña, pero este falló el penalti. Ya estaba Rey para, en una contra de libro, aumentar la humillación.
Caos El técnico visitante cambió a tres jugadores a la vez