Rahm llama a la puerta del número uno mundial
El vizcaíno, tercero, fue líder virtualmente del ranking
Jon Rahm llegó a firmar 14 birdies en 24 hoyos en México, estuvo colíder, controló la altitud... pero la primera cita de las Series Mundiales, en México, se le escapó al de Barrika, que aspiraba a ser número uno del mundo. Habrá que esperar y McIlroy seguirá otra semana al frente. Eso sí, Rahmbo, a sus 25 años, llama insistentemente a la puerta. Esta vez el título fue para Patrick Reed.
El vizcaíno tuvo un inicio difícil de torneo, con una vuelta de +1, y eso le lastró. Le costaba domar los 2.250 metros de altitud en los que está situado el campo de Chapultepec. Según el palo que se use, los golpes se suelen ir 20 o 30 metros más lejos que a nivel del mar. Y a Rahm le costó domarlo.
En el momento en el que lo hizo su juego despegó. Más fuerte que nunca. El tercer día firmó la mejor vuelta de su vida como profesional. 61 golpes, un hoyo en uno, y regreso a la pelea por el triunfo y el número uno. “Hay veces que los golfistas nos quejamos de la mala fortuna, a mí en esta ocasión me pasó al contrario, todos los botes y golpes fueron la mayoría a mi favor”.
Esa “suerte” siguió en la jornada final, al menos al principio. Cuatro birdies en cinco hoyos, colíder y Rahm coqueteaba seriamente con la gloria. La idea de suceder a Ballesteros como el segundo número uno español de la historia tomaba forma. Debía acabar primero y que McIlroy fuera peor que cuarto. La ecuación se daba.
Sin embargo, La dinámica cambió en el hoyo 6. La bola se fue al agua, y Jon salvó el par. Esa fortuna intangible había cambiado de aires y de dueño. DeChambeau, su compañero de partido y también el de McIlroy, era ahora el propietario. El golfista científico, que diseña sus propios palos, también sabía aplicar sus golpes a la falta de gravedad mexicana. DeChambeau comenzó a sacarle birdies a Chapultepec. En el 17 aventajaba en tres golpes al vizcaíno. Pero la suerte tenía otra sorpresa más y un nuevo aliado: Patrick Reed. El estadounidense fue el triunfador.
Rahm fue tercero y sigue con su meteórica carrera, con nueve victorias en tres años, aunque en 2020 aún no ha abierto el casillero. Su regularidad, con buenos resultados como este, le ha metido de lleno en la carrera por el número uno, frente a colosos como McIlroy y Koepka. Rahm persigue un major y alcanzar el primer puesto mundial. ¿Por qué no el número uno en un major?