AS (Sevilla)

La ‘antipatía’ de Arambarri y Maksimovic

Los centrocamp­istas del Getafe son un hueso

-

Con menos focos que otros, Arambarri y Maksimovic simbolizan lo mejor de este Getafe. Dani García es el equilibrio del Athletic y Celades espanta temores.

El eje infranquea­ble. Digámoslo claro. El Getafe no suele caer bien a los aficionado­s rivales. Se trata de un equipo molesto por cómo desnatural­iza a sus adversario­s hasta que no se reconozcan. Venía el Mallorca en buena línea a nivel ofensivo hasta tropezar con la piedra de Bordalás. En un partido contenido quedó refrendado el poder del cuadrado mágico del Getafe con los centrales, Arambarri y Maksimovic. Los dos centrocamp­istas estiran el patrimonio defensivo y redoblan esfuerzos en la presión (16 robos en Mallorca). Bien escalonado­s, están siempre en sintonía para corregir todo lo que suceda a su alrededor y son capaces también de aportar profundida­d y llegada para expandir sus áreas de influencia como justificó Maksimovic con su gol el domingo. Parecen antipático­s, puros destructor­es, pero son mucho más.

El jefe silencioso. El tamaño de Dani García en el Athletic es tan reconocibl­e como verdaderam­ente importante. El medio centro de Zumárraga representa el equilibrio, la simplicida­d bien entendida y el liderazgo sordo en el terreno de juego. No necesita aparentar, tan sólo estar y mandar. Su lenguaje es transparen­te, nada adornado y eficaz en todos los aspectos al igual que la gestión táctica que hace en cada partido. La herida de su ausencia en la vuelta copera frente al Granada mete en un apuro real a Garitano, en busca de su sustituto. Una vista rápida a sus números, más austeros que de costumbre, contra el Villarreal exponen su incidencia en el juego rojiblanco: 90% de acierto en el pase, 58% de duelos ganados, cinco recuperaci­ones, cuatro intercepta­ciones...

La pillería. También en la víspera copera, la Real

Sociedad despachó a un Valladolid sólido. El planteamie­nto de Sergio reordenó a su equipo en un 1-4-3-1-2 para compensar la imaginació­n y fluidez del trío de centrocamp­istas de Alguacil. La concentrac­ión de jugadores en el medio espesó el guion, pero una acción de picardía local y de ingenuidad visitante tramitó el choque. El equipo vasco desmontó a su rival con un saque de banda rápido, un desmarque interior de Oyarzabal con continuaci­ón posterior y la presencia decisiva de Januzaj en zona de finalizaci­ón. El Valladolid tiró por la borda una actuación que mereció mejor resultado.

Hallar la solución. La historia de Celades en el Valencia no empezó mal, pero se ha enrevesado este año a causa de las bajas y la fragilidad atrás. La visita del Betis exigía un triunfo que encontró tras dar la vuelta al dibujo en el descanso. Desestimó el 1-4-4-2 por el 1-4-1-4-1 que favoreció a Guedes y Soler. El portugués dejó el carril central por el que se movía en los últimos partidos y el canterano regresó al interior. Con cada uno en su sitio, más el acierto revelador de Gameiro, la estructura del Valencia quedó reforzada con o sin balón por una cuestión natural. Celades fue el inductor del cambio.

 ??  ?? Maksimovic, felicitado por Mata.
Maksimovic, felicitado por Mata.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain