A la Champions en silencio
La Real se impuso al Eibar en el primer encuentro sin público en LaLiga Tres penaltis pitados por manos
La Real se coló en puesto de Champions tras ganar al Eibar en Ipurua en el primer partido a puerta cerrada por el coronavirus en la competición española, un derbi maldito, pues debía haberse disputado el 16 de febrero, pero fue aplazado por la contaminación del aire debido al incendio de un vertedero en Zaldibar. Los azulgrana perdieron su segundo encuentro seguido en casa.
Fue un enfrentamiento extraño en un Ipurua vacío, sin público, con un silencio inusual en el que se escuchaba perfectamente a los jugadores, como si fuera un entrenamiento o un amistoso. Pero el Eibar se estaba jugando la permanencia y la Real, la Champions League. Los donostiarras aprovecharon la ocasión y ganaron por vez primera en el campo armero en Primera División.
Los dos entrenadores hicieron rotaciones (seis Mendilibar y ocho Imanol) debido a la acumulación de partidos. Aunque el Eibar dominaba, una mano de Bigas (lesionado en el tramo final) a pase de Januzaj acabó en penalti, que transformó en gol el infalible Oyarzabal, futbolista eibarrés de la Real. En el minuto 27 pudo empatar también de pena máxima el
Eibar por mano de Zubeldia a cabezazo de Kike García, pero Remiro despejó el lanzamiento de penalti de Orellana.
Con el marcador a favor, la Real jugó a placer, con tranquilidad, sin presión de una afición local inexistente. El Eibar lo volvió a intentar con nuevos bríos en la segunda parte. Los donostiarras anestesiaron el partido. El duelo se desniveló para los visitantes al aprovechar Willian José un pase de Portu para batir a Dmitrovic. Los eibarreses no se rindieron y una mano de Zaldua acabó en penalti, que Charles esta vez sí transformó para poner algo de picante al final.