Rubi moldea a Edgar, que se impone como pivote
Con el catalán, antes central, 4 de los últimos 5 triunfos
Titular ante Valencia y Real Madrid después de tres partidos en el banquillo de nuevo, Edgar González volvió a brillar y a hacerse acreedor a seguir saliendo en los onces con la victoria ante el equipo blanco. Curiosamente, el catalán ha saltado de inicio en cuatro de las cinco últimas victorias verdiblancas: contra Valencia en la primera vuelta en el Villamarín, ante el Athletic en la 16º jornada, en el 3-0 a la Real Sociedad en la 20º y la del pasado domingo. Sólo faltó en el 1-2 al Mallorca, en el que el Betis no es que convenciera precisamente.
Edgar, que fichó la pasada campaña como central para el filial, parece haber encontrado su sitio definitivo como pivote, por delante de la defensa. Lo hace en esa función mixta que le ha preparado Rubi, al que hay que apuntarle el tanto de subirle al primer equipo, darle la oportunidad y reconvertirle en el medio defensivo que tanto necesitaba el Betis. Una posición para la que tiene hechuras (1,93 de altura) pero en la que necesita ganar físico, como se le nota por los problemas musculares que sufre a final de los partidos.
Tras apenas siete encuentros de Liga y tres de Copa en la elite, es cuestión de tiempo que Edgar siga creciendo. Rubi, que lo ha llevado con cautela y sin querer forzarlo (le dio tres partidos seguidos de la jornada 20º a la 22º para después dejarlo en el banquillo otros tres duelos seguidos), tendrá que decidir si quiere meterlo más en el horno para que se haga jugador de Primera y que el Betis tenga otro valor de futuro más, como tantos canteranos estos últimos años.