Kang-in se agarra al clavo
Un gol del coreano (89’) mantiene al Valencia en la pelea por Europa Víctor García debutó marcando en Primera
Kang-in Lee, el canterano que más hace tilín a Peter Lim pero que se ve más fuera que dentro el año que viene por lo poco que juega, le dio al Valencia un clavo ardiendo al que cogerse. Gracias a su gol, en el 89’, los blanquinegros rompieron su racha de cuatro partidos sin ganar. Ello les permite seguir peleando por Europa, una lucha de la que casi les echa ayer el valenciano Víctor García, que igualó el gol inicial de Maxi Gómez. Los de Sergio González se fueron de Mestalla sin la permanencia matemática, aunque el año que viene los pucelanos estarán en Primera.
Muchos astros tienen que alinearse para lo contrario.
Todo ello en un partido que hasta el gol de Víctor García tenían muy controlado los de Voro y, sin embargo, cualquiera pudo ganarlo después. Kondogbia, que debería haber sido expulsado en los últimos suspiros, lideró a los blanquinegros, que se adelantaron por obra de Maxi Gómez y por un defecto de forma de Enes Unal, que regaló el balón en su campo para que Guedes y Gameiro conectaran con el charrúa. Maxi celebró su tanto con rabia. Venía de ser protagonista de uno de los varios lances que dieron con Celades en la calle y llevaba cinco meses sin cantar gol. Pese a ello, Maxi es el máximo goleador che en Liga (9). Ese dato es uno entre tantos, aunque no el más relevante, que explican por qué el Valencia dejó de pujar por cotas más acordes a su potencial (166 M€ de coste de plantilla).
Otro mal de este Valencia, este más grave, es que deja su portería a cero de uvas a peras. Víctor García, el Toro de Xeraco, que de niño iba a Mestalla con su tío y en el día de su debut en Primera, firmó el empate en el 46’. Su familia lo festejó a sólo 50 kilómetros de Mestalla. Tan cerca y tan lejos por la COVID-19. El gol fue de factoría pucelana: Kike abrió a Waldo y este centro a Víctor.
Sergio fue valiente con los cambios y Voro reaccionó. La recta final fue de ida y vuelta. Ahí Jaume sacó sus reflejos de felino para truncar los deseos de gol de Hervías y Guardiola. Y sobre la bocina apareció Kang-in Lee. Desde la frontal, con calidad. A un punto del séptimo. El clavo ardiendo che.
Maxi Gómez, que no veía portería en Liga desde febrero, adelantó a los de Voro