Adiós a tantos sueños
Derrota. El Atlético se queda con las ganas de jugar las semifinales de esta edición de
tan extraña. Los de cayeron derrotados ante el el equipo que puede ser el tapado de la competición. Adiós al gran sueño rojiblanco de hacer algo importante en la Liga de Campeones. Adiós a los sueños de tantos seguidores del Atlético que pensaban que su equipo haría un papel muy destacado. El Leipzig acabó de golpe con todas estas expectativas puestas en el encuentro. No queda otra que volverlo a intentar dentro de unos meses, pero el palo es gordo. El Cholo se queda sin su cuarta semifinal europea, un hito para el técnico argentino. Fue una lástima, ya que el equipo encajó el segundo gol cuando mejor estaba, cuando se veía más cerca el gol del Atlético. Los futbolistas del conjunto alemán celebraron a lo grande el triunfo, conscientes de lo que habían conseguido. Muchos seguidores se las prometían felices al tocarle el equipo alemán en el sorteo, pero al conjunto madrileño históricamente siempre le ha ido mal cuando ha salido como favorito.
João Félix. La salida del portugués fue clave. João Félix jugaba en casa, delante de sus paisanos y se le notó con más ganas que nunca. No tiene el Atlético jugadores de la calidad del delantero y el Cholo recurrió a él cuando las cosas se pusieron feas. Aquí hay futbolista grande, aunque hay que tener paciencia con él. Es una pena porque estaba más enchufado que nunca.
Errores. El Atlético repitió errores de otros partidos. Pudo marcar al poco de empezar por mediación de Carrasco, que fue de lo mejor del conjunto madrileño, pero dejó escapar un primer tiempo en el que se mostró sin chispa, sin fe, dejando pasar los minutos... Cuando encajó el gol sí se fue a por el encuentro.
Con el 1-0 el Atlético le impuso ritmo al partido, ganas y le imprimó carácter. Pero no se puede siempre salir de la misma manera. No se puede dar ventaja al rival. Cuando el Atlético tuvo el balón, creó peligro. Sólo cuando se vio fuera de la competición entendió que así no podía llegar a ningún lado.
Frío. El ambiente en el José Alvalade resultó muy frío e impresiona ver un estadio así vacío. Es una pena que los seguidores no hayan podido disfrutar de partidos de este nivel, pero es lo que nos ha tocado. Uno recuerda lo vivido en el estadio de Anfield, justo en el último encuentro antes de la suspensión de las competiciones, y añora un espectáculo así. Para los futbolistas también se hace raro disputar un partido en estas condiciones. Hasta que vuelva ese fútbol de antes nos quedaremos con los viejos recuerdos de encuentros mágicos.
Extraño. La verdad es que esta edición de la Champions es muy atípica, completamente diferente a lo que conocíamos hasta ahora. Por Lisboa apenas hay aficionados de los equipos participantes. Algunos del Atlético por aquí, algunos del PSG por allá, unos pocos del Atalanta... Uno echó de menos la fan zona de otras finales, con el gran ambiente que existía entre los hinchas de los conjunto finalistas. Es fútbol, pero sin aficionados no es lo mismo.
Vacaciones. El Atlético se marcha de vacaciones. No ha sido una gran temporada la del equipo rojiblanco, quizá con la única alegría de Anfield. El equipo se clasificó entre los cuatro primeros del campeonato y tiene plaza para la próxima Champions. Pero era lo mínimo que había que pedirle. Ahora no queda otra que cargar las pilas y pensar en la próxima temporada donde todos tendrá que rendir más y mejor. El Atleti despide el ejercicio sin pena ni gloria.