Roglic toma el mando en un recital del Jumbo
Bernal no consiguió rematar el trabajo del Ineos
El Jumbo-Visma va tan sobrado que ni siquiera necesitó controlar la segunda etapa del Criterium del Dauphiné para firmar otro recital. Primoz Roglic, que desde que volvió a la competición no encuentra un adversario a su nivel, se impuso con un tremendo ataque en la cima del Col de Porte que dejó secos al resto de favoritos. Su máximo rival, Egan Bernal, no pudo aprovechar el trabajo que asumió el Ineos durante la fase decisiva de la jornada y cedió diez segundos en meta con el esloveno. Mikel Landa, octavo, fue el mejor español al aguantar en un grupo de elegidos donde faltó el tridente del Movistar al completo: Mas, Valverde y Soler.
La etapa era la más corta de este Dauphiné con 135 kilómetros, por lo que se esperaba batalla en la última ascensión. El guión fue el previsto hasta ese instante, al margen de una montonera provocada por la caída de Sergio Higuita al paso por una isleta. Por suerte, sin graves consecuencias. Con Wout van Aert descolgado desde las primeras rampas, el cambio de líder estaba asegurado en el Col de Porte, con un ritmo de ascensión endiablado del Ineos. El primero que agitó el árbol fue Buchmann, lo que provocó que Bernal se quedase sin compañeros (Froome y Thomas se descolgaron previamente). En ese instante apareció Kuss para allanarle el camino a un Roglic descomunal, que atacó sentado a falta de 500 metros para la llegada. Nadie pudo hacer frente a semejante potencia. La nota negativa llegó minutos después de la conclusión cuando una tormenta se desató en el puerto en forma de granizada. El impacto de las bolas causó el caos en los corredores que aun no habían llegado a meta, ya que se vieron obligados a bajar de la bici y refugiarse. El techo inflable del podio también se vino abajo durante la entrega de maillots.