Según RAC, el Barça sólo lo vendería por más de 222 millones
Puyol, que como Luis Suárez o Vidal, compañeros de vestuario y amigos, se posicionaron en favor del crack. Otros compañeros y amigos como Gerard Piqué, activo normalmente en las redes sociales, no se manifestaron.
Durante la tarde, se multiplicaron los rumores de un posible comunicado de Leo Messi a través de las redes sociales que luego se frenó. En tiempos de pandemia, se improvisó una mínima protesta alrededor de las oficinas del Camp Nou. Un centenar de personas se personaron en el exterior al grito de “Bartomeu, dimisión” y “Messi, quédate”. Pero a las 23:00 horas, poco después de que Òscar Grau, se marchase, no quedaba nadie en las oficinas del Barça, obligado a pensar una estrategia. Tanto como el argentino.
Olé le puso un poco más de picante a esta historia triste y peliaguda para la afición azulgrana. Según el medio argentino, que ya por la mañana deslizó que Messi tenía decidido marcharse, la reunión entre Koeman y Messi pudo ser el desencadenante final del adiós. Siempre según el medio argentino, el holandés se dirigió al crack en los siguientes términos: “Se terminaron los privilegios en el plantel, hay que hacer todo para el equipo. Voy a ser inflexible”.
Messi se ha convencido de que es el momento de cerrar una etapa que es casi una vida. Lo que empezó con una servilleta, termina con un burofax.
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