La FIFA no frenará a Messi ni cercenará su derecho a fichar
La disputa sobre la vigencia de su cláusula de rescisión será un asunto de los tribunales
otorgarle la carta de libertad. A eso se añade el silencio administrativo. El club únicamente se expresó vía Planes y no tiene previsto hacerlo antes de que Leo se explique. Bartomeu tenía previsto ayer hablar con el jugador (descartando ir a su domicilio) para pedirle que ofrezca explicaciones a los socios. Consideran desde el palco que él ha creado una crisis y que institucionalmente no habrá reacción alguna hasta que el jugador exponga públicamente sus motivos para irse.
Además, le recuerdan que un pulso como el que protagoniza ya lo acometió Neymar en sentido contrario hace un año y no le salió bien.
El Barça no se rinde en una estrategia que incluso desde dentro de la entidad se interpreta como la búsqueda de un pacto pero que deja claro que el Barça no está dispuesto a que Messi se marche como si tal cosa. El club reta al crack.
Estrategia En el fondo, lo que se busca es forzar una negociación
Ni la FIFA ni la UEFA impedirán que Messi fiche por otro club si se cumplen las normas económicas que regulan los límites salariales y el llamado Juego Limpio Financiero. Sobre la cláusula de rescisión del jugador, será en todo caso un asunto de los juzgados españoles si es que no hay acuerdo entre las partes. La FIFA tramitará el fichaje del argentino por un nuevo club en cuanto llegue una oferta formal por escrito a TMS, su herramienta tecnológica para altas y bajas.
Para la FIFA primará siempre el derecho al trabajo (a jugar) del futbolista por encima de la disputa legal, que podría extenderse en el tiempo con el consiguiente perjuicio para el afectado.
En las últimas dos décadas no se ha abortado un fichaje por una disputa legal, y cuando ha habido diferencias entre el jugador y su club, como puede haberlas ahora entre Messi y el Barça a cuenta de los 700 millones de la cláusula, eso no ha impedido el cambio de equipo. Es por ello que en Suiza tramitarán el tránsfer internacional de Messi. Todo lo demás serán disputas legales que deberán ser resueltas en los tribunales españoles.
La UEFA tampoco pondrá pegas a que el argentino cambie de equipo, aunque exigirá que su nuevo club cumpla las condiciones exigidas por el Reglamento del Juego Limpio Financiero y con los límites salariales establecidos. Esto sí que limita los destinos de Messi, ya que dos de los clubes que se supone tienen músculo financiero suficiente para afrontar una operación así, el Manchester City y el PSG, ya han tenido problemas por saltarse ambas barreras económicas. El equipo que quiera al argentino deberá montar una operación de ingeniería financiera para cumplir con los requisitos.