Alemania quiere volver a dar miedo en Europa
Rumanía es, a priori, su rival más complicado
Alemania vuelve a ser la Alemania de siempre. Cuatro meses después de verse humillada en Sevilla tras caer de manera alarmante contra la Selección española por 6-0, la Mannschaft tiró de orgullo y comenzó su andadura hacia el Mundial tirando de orgullo e imponiéndose con solvencia a Islandia por 3-0. Hicieron falta muchas discusiones internas y, sobre todo, la decisión de Joachim Löw de, tras la Eurocopa, poner punto y final a su etapa como seleccionador alemán 15 años después para que la cuatro veces campeona del mundo resurgiera de sus cenizas. Ahora toca prolongar el estado de euforia en Rumanía.
Se trata de, a priori, el rival más complicado en el grupo alemán. Los de Mirel Radoi
BULGARIA:
RUMANÍA:
ALEMANIA: Neuer;
Can, Rüdiger, Ginter, Klostermann; Goretzka, Kimmich, Gündogan; Gnabry, Werner y Havertz.
Árbitro: C. Turpin (Francia). Estadio: Arena National.
Hora: 20:45 (Cuatro).
se impusieron a Macedonia del Norte por 3-2 y ahora quieren dar la sorpresa ante una Mannschaft que, a pesar de toda la esperanza generada a raíz del plácido triunfo frente a Islandia, sigue dando síntomas de vulnerabilidad. Sobre todo en defensa, donde la ausencia (por lesión) de Süle obligará a Löw a volver a tirar de Ginter y Rüdiger en el centro de la zaga. Se trata de una pareja de centrales correcta. Cumple cuando
KAZAJISTÁN: no se ve asediada, pero sigue siendo el talón de Aquiles de un equipo que, en ataque, sí es un arma de destrucción masiva.
Todo apunta a que Werner sea titular para aprovechar los espacios que Rumanía, a diferencia de los tímidos islandeses, sí concederá. Gnabry volverá a partir desde la banda y en el centro del campo no hay dudas después de la victoria ante Islandia. Havertz, Goretzka (anda tocado) y Gündogan son los directores de orquesta de una Alemania que, poco a poco, se está dando cuenta de que funciona igual de bien sin Kroos sobre el césped. El madridista tuvo que abandonar la concentración por problemas en el abductor y facilitó la confección del once a un Löw que, para nada, le echó en falta en Duisburgo. El futuro es ahora. Y Löw lo sabe.
ALBANIA: