Con Diego Jiménez empezó todo
■ Los que no conozcan la historia del Eibar tal vez sean ajenos también al nombre de Diego Jiménez, un centrocampista talentoso nacido en Alcoy y criado en su querido Alcoyano, club en el que militó desde 1998 hasta 2012, año en el que recaló en un Eibar en el que ya mandaba Gaizka Garitano, aún en Segunda B. Aquella era la última temporada en la que las sufridas arcas armeras, casi con telarañas, permitían confeccionar un equipo para luchar por ascender a Segunda A.
Los armeros se ganaron el derecho a jugar los playoffs por cuarto año consecutivo. Los fantasmas de las anteriores eliminatorias planeaban por Ipurua, pero sin perder un ápice de ilusión. El Eibar llegó de Alcoy con un 2-2 en la primera eliminatoria. En la vuelta en casa, el Alcoyano marcó en el minuto 78 y parecía que la pesadilla se volvía a repetir. Cuando ya medio estadio estaba cabizbajo, apareció la figura de Diego Jiménez, casi épica, para marcar con un inapelable derechazo desde fuera del área el tanto que permitía seguir en la lucha. La pelea después no fue tan cruel ante Oviedo y Hospitalet, y el Eibar regresó a su categoría favorita, la de Plata. Diego no celebró aquel gol con el que empezó todo, por respeto a su tierra. Después se dieron los ascensos seguidos a Segunda y Primera. “Estoy muy orgulloso de aquello”, refrenda a AS.