Revolución Baylor
Los Bears se coronan por primera vez en su historia y acaban con el sueño de la favorita, Gonzaga
Los osos de Baylor, los Bears, ganaron a los Bulldogs de Gonzaga (70-86) y pusieron su nombre en la historia del torneo final de la NCAA, el March Madness que pone del revés EE UU cada mes de marzo y que volvió este año, tras su cancelación de 2020, en formato de semiburbuja y con Indianápolis como sede única. En el Lucas Oil Stadium de los Colts (NFL), unos 8.000 aficionados (sobre un aforo que habría superado los 72.000 en condiciones normales) asistieron a uno de esos desenlaces que convierten a este torneo en maravilloso.
Gonzaga partía como favorita. Los de Mark Few, que perdieron su segunda final en un lustro, aspiraban a convertirse en uno de los grandes equipos de siempre, el primer campeón universitario invicto desde los inolvidables Hoosiers de Indiana en 1976.
Los Bulldogs habían metido más de 90 puntos por noche durante toda la temporada, pero se quedaron secos en el peor momento. Un duelo final al que llegaron con un inmaculado 31-0 pero con un tremendo susto en el cuerpo tras la semifinal, en la que se salvaron ante UCLA gracias al triple imposible de su gran estrella, un Jalen Suggs que será Top-3 del próximo draft de la NBA.
Había sido, el sábado, su segundo triunfo por menos de diez puntos en toda la temporada. En números de leyenda, los del campus de Spokane se atascaron en la gran final, abrasados por la feroz intensidad, los rebotes de ataque y las ráfagas desde el triple de un rival cuyo 28-2 total en la campaña resulta engañoso. Los Bears marchaban 18-0 cuando sufrieron un parón de casi tres semanas por un brote de coronavirus tras el que sumaron sus dos únicas derrotas.
Gonzaga se quedó sin el primer título de su historia y se unió a una lista trágica, la de los que fallaron en el último momento y después de no haber perdido antes. Es el caso de la Kentucky de 2015, con dos estrellas de la NBA como Karl Anthony Towns y Devin Booker, que ganó 38 partidos hasta que perdió en semifinales contra Wisconsin. Y de la UNLV de 1991, con Larry Johnson y Stacey Augmon, que enlazó 34 victorias pero también pinchó en la Final Four.
Como si fuera cosa de una maldición, las tres (UNLV, Kentucky y Gonzaga) se dejaron el título en la misma ciudad: Indianápolis, la capital del estado donde juegan los Sycamores de Indiana State, que en 1979 y con Larry Bird como estrella fimaron un 33-1. Su única derrota fue en la mítica final contra la Michigan State de Magic Johnson. El inicio de una rivalidad de leyenda.
Baylor ganó con justicia y un trío de demonios en el juego exterior: MaCio Teague, Davion Mitchell (apunta a Top-15 del draft) y Jared Butler, que anotó 22 puntos y fue elegido Mejor Jugador de la Final Four.
Después de renunciar a ir al draft 2020 para terminar el trabajo abortado por la pandemia, Butler también dará el salto a la NBA y dejará un equipo cuyo camino hacia la gloria ha sido milagroso. Cuando llegó, en 2003 y con solo 32 años, el entrenador Scott Drew tomó las riendas de una universidad sacudida por el escándalo en su campus de Waco: el asesinato del jugador Patrick Dennehy a manos de un compañero de equipo, Carlton Dotson, provocó una investigación federal que destapó un tsunami de basura en el régimen del anterior entrenador, Dave Bliss: pagos prohibidos a jugadores, consumo de drogas, falsificaciones de expedientes… Las sanciones fueron históricas y Drew tomó las riendas de un equipo en el que nadie quería jugar y que, menos de dos décadas después, es campeón universitario por primera vez en su historia. Puro March Madness.
Sorpresa Gonzaga no había perdido en toda la temporada
Referente Scott Drew sacó a los Bears de una crisis descomunal