Aranburu explota
Primer triunfo WorldTour de Alex, profeta en su tierra ● Gran estrategia del Astana y amagos de Pogacar
Todo lo que diseñó Martinelli con su Astana en el hotel de concentración por la mañana quedó plasmado paso por paso en la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco, la primera en línea, entre Zalla y Sestao, que acabó con la explosión de Alex Aranburu. Con estas dos entregas, un mero aperitivo, ha quedado bien claro que la Itzulia se presenta apasionante, una delicia degustada aún con más pasión tras ese 2020 en blanco por la pandemia.
Lo que sí varió fue la climatología, como del blanco al negro. Tras el sol del lunes de Pascua, un martes norteño, invernal, con agua y menos de diez grados. Tadej Pogacar, que promete dar leña, movió el arbolito en La Asturiana y abocó a los favoritos a poner el despertador en hora. Después, en La Arboleda, un tramo que conoce como la palma de su mano, probó Omar Fraile, que puso a todos con el gancho. Era el señuelo: si salía bien, adelante, y si no, había otra bala en la recámara. Aranburu (25 años), un ciclista que ha iniciado esta Itzulia como un cohete, lanzó un contraataque feroz, el remate, que le llevó al triunfo de etapa y a rozar el amarillo. Su primer triunfo WorldTour y estreno de su equipo este año. Los 15 segundos que sacó a los favoritos, encabezados por Fraile para el doblete azul, sumados a la bonificación, le dejaron como más inmediato perseguidor del líder Primoz Roglic, a cinco segundos.
Los 40 km finales fueron apasionantes, una continuación de la intensa batalla contra el reloj de la apertura del lunes en Bilbao. La novedosa subida a La Asturiana y el terreno pocas veces explorado en competición de élite de La Arboleda dieron tintes palpitantes. La etapa arrancó con una fuga de siete corredores: Iturria, Gastauer, Irisarri, Hermans, Cabedo y dos ciclistas del DSM como Tusveldj y Vermaerke. Movistar e Ineos fueron controlando, mientras el Astana afilaba cuchillos para la escabechina final. Los fugados llegaron a tener más de cuatro minutos de renta.
La jornada fue movida, con algún accidente como el de Kelderman, que se enganchó con la bici con su compañero
Benedetti y con Knox, y acabó con el pulgar derecho ensangrentado. Al empezar a subir La Asturiana se recogieron los caídos en batalla de la escapada. Cabedo agitó el grupo, que empezó a romperse y se adelgazó hasta unos 40 ciclistas. En una curva, Carapaz se fue al suelo al patinar y se quedó descolgado. Juan Pedro López tuvo un problema mecánico en un repecho. Gaudu atacó a cinco kilómetros para llegar a la cima y en su chispazo tuvo un invitado de lujo: Pogacar, que puso de los nervios a los candidatos a la txapela. Desde el minuto uno el esloveno ya está dando juego. Luego tomó el relecó Schachmann y se dejó ver Roglic. Finalmente tomó la palabra el Astana. Hoy, tercera etapa, la primera de las dos con final en alto, por Álava.
Fraile Desató el ataque definitivo y remató su compañero