AS (Sevilla)

Metamorfos­is del Barça

El equipo frágil del Clásico de la primera vuelta se ha transforma­do en un bloque ganador: 51 de 57 puntos

- JUAN JIMÉNEZ /

EI Barça que llega a Valdebebas tiene poco que ver con el que perdió 1-3 con el Madrid en el Clásico de la primera vuelta, jugado el pasado 24 de octubre. Aquel era un Barça invertebra­do, que no tenía muy claro si estaba en proceso de construcci­ón o de desguace, con Messi todavía desconecta­do con la cabeza en el verano, y muy verde. Irregular y muy frágil.

El de estos días es un Barça que aún se estrella en momentos puntuales (la Supercopa ante el Athletic y el 1-4 ante el PSG), pero que en LaLiga se ha convertido en una máquina. Suma 51 de los últimos 57 puntos (45 de 51 desde la derrota en

Cádiz, a los que hay que añadir los partidos retrasados ante el Athletic y el Elche). Muchas cosas han cambiado desde el Clásico de la primera vuelta. Entonces, jugadores que parecían básicos como Piqué, Coutinho y Ansu, víctimas de las lesiones, dejaron paso a Araújo o Mingueza, que no parecían destinados a ningún protagonis­mo. Y a Dembélé, que estuvo a punto de marcharse en octubre y que ahora es titular indiscutib­le.

Jugadores como Busquets y Jordi Alba han multiplica­do su rendimient­o y Messi lleva 16 goles en los últimos trece partidos de Liga.

Tácticamen­te, el Barça también se ha dado la vuelta como un calcetín. En aquel partido de octubre, se plantó con un 4-2-31, que fue detectado por el Madrid y fácilmente vencido en las transicion­es. La reacción empezó con el 4-3-3, al que Koeman. Koeman avanzó la posición de De

Jong en el campo y le dio la manija a Pedri. Así llegaron buenos triunfos en Bilbao y Granada. Pero el equipo volvió a bloquearse y después del 1-4 contra el PSG y el 1-1 ante el Cádiz, Koeman optó por un nuevo giro de tuerca. Con el 3-4-2-1, el Barça ganó en el Sánchez Pizjuán (0-2), remontó semifinal de Copa ante el Sevilla y le metió seis a la Real. Y ha puesto en pie una temporada que parecía condenada, más que a la transición, al desastre absoluto. Que arrancó con el 2-8 de Múnich, continuó con la dimisión de Abidal, el burofax de Messi, el finiquito de Suárez, la dimisión de Bartomeu y un vestuario sin presidente durante meses. De Clásico a Clásico, Koeman ha obrado la metamorfos­is.

Sistemas Koeman ha viajado del 4-2-3-1 al 3-4-2-1 pasando por el 4-3-3

Sistemas Koeman ha viajado del 4-2-3-1 al 3-4-2-1 pasando por el 4-3-3

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