Augusta se redime
Lee Elder, el primer negro que jugó la cita, protagonista en la ceremonia de apertura
El Masters de Augusta se disputó por primera vez en 1934. Hasta 1975 no extendió una invitación a un jugador negro, Lee Elder. Y hasta 15 años después, en 1990, el Augusta National Golf Club, en el sureño estado de Georgia (EE UU), con un lejano pasado esclavista y un no tan lejano pasado segregacionista que encuentra reminiscencias en nuestros días (recientemente el parlamento local aprobó una nueva ley electoral criticada por dificultar el voto a minorías como la afroamericana), no admitió a un socio negro, Ron Townsend. La primera mujer, Condoleezza Rice, que fuera secretaria de Estado bajo la presidencia de George Bush hijo, tuvo que esperar a 2012. Otros episodios, como la durísima diatriba que el que fuera presidente del club, Bill Payne, le dedicó a Tiger Woods en la edición de 2010 tras sus famosos escándalos también han pasado a formar parte del imaginario de una institución tremendamente hermética y hasta hace no mucho poco atenta a la realidad social del país.
Las cosas han ido cambiando poco a poco. En 2019 se incluyó el Augusta National Women’s Amateur, un torneo femenino para jugadoras no profesionales a 54 hoyos, en el calendario de actividades de la semana. Y ayer se saldó otra deuda histórica con la inclusión del citado Lee Elder en la ceremonia de apertura, que tradicionalmente protagonizan dos ilustrísimos de este deporte, Jack Nicklaus y Gary Player.
“Gracias, esto es una de las experiencias más emocionantes de las que he sido testigo o he estado involucrado en mi vida”, afirmó Elder, que no pudo pegar el golpe inaugural junto a sus dos acompañantes por encontrarse asistido por un respirador a su 86 años.
En lo deportivo, el torneo ha retornado a su emplazamiento habitual en abril (el año pasado se aplazó a noviembre por la pandemia), y el campo vuelve a morder. Esta vez no se ganará con -20. Al cierre de esta edición solo ocho jugadores estaban bajo par. Ninguno de ellos era español. Jon Rahm, que el domingo se convirtió en padre, tuvo un estreno sólido, con dos birdies y dos bogeys para cerrar al par y a cuatro golpes del liderato provisional, que era de Justin Rose. Sergio García salió menos airoso del pulso: +4 con cinco bogeys y hoy tendrá que pelear el corte. Olazábal, en su 32ª aparición a sus 55 años, firmó un digno +3. Hay gente que envejece muy bien.