Nadal sale del aprieto
El balear tira de orgullo tras perder ante Nishikori un set Hoy, contra Norrie en cuartos
Un Rafa Nadal más humano, como el que competía en sus comienzos en este Barcelona Open Banc Sabadell, se deshizo del japonés Kei Nishikori (6-0, 2-6 y 6-2) en un bizarro partido de octavos, irregular, de dos horas y 19 minutos, en el que ambos fueron capaces de lo mejor y de lo peor, y que se llevó el manacorí por su orgullo. Nadal se medirá al británico Cameron Norrie hoy (no antes de las 16:00) después de ceder dos sets por primera vez en su carrera en los dos primeros duelos del Godó.
En el puesto 39 del ranking a sus 31 años, martirizado por las lesiones, ya desde el primer juego se apreció la inestabilidad de Nishikori, que cometió hasta tres errores no forzados que abrieron el casillero a favor de Nadal (1-0). El manacorí se limitó a cumplir con sus golpes profundos, devolviendo bolas una y otra vez hasta que el japonés las lanzaba más allá de la línea o las estrellaba en la red. El desenlace del primer set era el esperado. Nishikori estaba desquiciado, por lo que el 6-0 llegó de una manera natural en apenas media hora de juego.
“Tengo que hacer mi camino. Las cosas son complicados. Si hubiera sido capaz de ganar el partido de cuartos en Montecarlo todo hubiera sido más fácil, pero no soy partidario del ‘y si’... He jugado poco al tenis y debo pasar por momentos difíciles. Asumo el reto y la dificultad. Ganar en tres sets es positivo, no negativo”, dijo posteriormente el español.
También humana fue la reacción del japonés. El coraje de Nishikori, que le dio otro ritmo al encuentro y los golpes que se iban fuera anteriormente ahora tocaban la línea, le impulsó: de golpe, el segundo set se puso de cara para el japonés: se lo adjudicó por 2-6 en un pestañeo.
El primer juego del tercer parcial fue una metáfora del partido jugado en el nublado día barcelonés. Nadal empezó perdiendo 0-40 y acabó ganando el juego con cinco puntos seguidos, con un ejercicio excelente de golpes defensivos hasta acabar con la paciencia de su oponente. Esa iba a ser la tónica de un tercer set equilibrado que se fue resolviendo golpe a golpe y metro a metro por la constancia de Nadal, que rompió el servicio y se alejó 3-1. Un punto de inflexión. Demasiada cuesta para un agotado Nishikori.
Con 5-2, el público del Godó se felicitó por la continuidad en el torneo de su estrella, aunque le vio tambalearse. En esta ocasión Nadal se rehízo y ya le espera Norrie, que se deshizo del belga Goffin (6-0, 3-5 y abandono del belga).