AS (Sevilla)

Apagón antes

Un Madrid sin ataque pierde dos puntos y mucho terreno en la Liga ● Rodrygo topó con el larguero

- LUIS NIETO

Por sus bajas, por su desventaja y por una falta de gol endémica, el Madrid vive al filo de lo imposible, con la sensación de que con lo que tiene no le da para Liga y Champions. No hay forense que le dé por muerto, menos con Zidane en banquillo, pero cada partido le cuesta un esfuerzo inmenso. Y tras el empate ante el Betis queda obligado a mirar de frente a la Champions y ya muy de reojo a la Liga, donde los aspirantes son manada. La sensación es que nada sucede si no se le ocurre a Benzema y el francés también tiene derecho a bajar el volumen.

Llega el Chelsea y Zidane cambia la conversaci­ón. En esa clave hay que interpreta­r el regreso al 4-33, la misión de Nacho como lateral izquierdo y la presencia de Isco ante el Betis. También la suplencia de Vinicius, al que se guardó para el martes. La barahúnda que genera no tiene réplica en la plantilla. La Champions se gana con oficio y por ahí irán los tiros, por reunir a la mayoría de los que han llenado de copas el museo en la última década y ordenados como entonces.

La respuesta del Betis fue la prevista. Canales por Fekir, la escuela de bellas artes del Villamarín, refresco para los extremos y Guardado por Guido para doblar la vigilancia en el centro del campo. Con unos y otros trasteó bien los primeros minutos, con un empacho de pelota, un buen juego en corto y ninguna estampida de los tres puntas del Madrid, al que cruzar el mediocampo le costaba demasiado. Quedó la impresión de que el equipo blanco miraba por detrás del partido. Ese es el encanto y, a la vez, el peligro de la Champions.

Así que el choque se fue volviendo pelmazo, un ejemplo de aquellos que justificar­on la sublevació­n de la Superliga hasta que apareció Benzema, que en su versión celestial dejó un quiebro en un ladrillo y un disparo posterior que rechazó Bravo. La versión extendida del francés parece la única solución ofensiva del Madrid.

En cualquier caso, el lance cambió la dirección del viento. Sin exagerar y sin demasiada gracia, el equipo de Zidane fue domando al Betis, que le había dado la espalda a la portería, desde los pies de Isco y Modric. Pero más allá hubo poca vida. Rodrygo está muy afectado por la irregulari­dad, pecado de juventud, y Asensio sigue sin ese cambio de ritmo que se sospecha que tiene pero no aparece. Permutaron sus bandas con frecuencia sin resultado aparente. Hace tiempo que el Madrid se mueve a ritmo

 ??  ?? Vinicius cae ante la entrada de Víctor Ruiz. El extremo brasileño, suplente ayer, jugó 30 minutos, pero no tuvo fortuna ante el gol.
Vinicius cae ante la entrada de Víctor Ruiz. El extremo brasileño, suplente ayer, jugó 30 minutos, pero no tuvo fortuna ante el gol.
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