Capitán Benzema
El francés hace su gol 71 en la Champions, igualando a Raúl Mandó otro balón al palo Líder del equipo
EI fútbol, antes que de los clubes (grandes o pequeños), las organizaciones y hasta los aficionados, es de los futbolistas. Y el futbolista más puro en el Real Madrid se llama Karim Benzema. Contra el Chelsea fue el paraguas que tapó a un equipo ahogado y el arca de Zidane. Primero con un zurdazo al palo para achicar el aguacero desencadenado por Tuchel y luego con un gol en una maniobra a velocidad hiperrápida en el punto de penalti y entre un mar de futbolistas. Un 1-1 que sirvió para levantar al Madrid. Lo que se espera del portador del brazalete de un club con tanto peso histórico como el blanco.
Un gol que amplía la leyenda del delantero más artístico que va de exposición en exposición itinerante por Europa. El gol al Chelsea es el 71 de su carrera en la Copa de Europa. Con él iguala a Raúl y está en posición de superar este mismo curso a Lewandowski (73) como tercer mejor mejor goleador histórico de la competición. Gente del oficio sigue cayendo a sus pies. “Todo lo que rodea a Benzema es bueno, es el mejor momento de su carrera”, elogiaba Gustavo Cuervo López en La Casa del Fútbol.
Es el más mayor en marcar en unas semifinales con la camiseta del Madrid, a sus 33 años y 129 días, por delante de Cristiano Ronaldo (32 años y 86 días) y del que ahora es su entrenador y confidente (30 años y 325 días).
Está solo. Porque todo, a día de hoy, pasa por el cerebro y la habilidad de Benzema. Contra los blues, fue el único de centro del campo hacia arriba que intentó batir a Mendy, a excepción de un disparo solitario de Kroos. Ni Vinicius, ni Modric, ni Marcelo (que suele animarse) ni Hazard (en 24 minutos) ni Asensio (jugó 13’). El Madrid tiene un síndrome de Benzemadepencia galopante. “Necesitamos a todos, porque necesitamos ir allí y marcar”, avisó Zidane tras el partido.
Benzema ahora mismo es un activo más valioso que el platino para el Madrid. Desde el derbi, donde por cierto vio portería, suyos han sido 11 goles a ocho rivales distintos. En la Champions, ha facilitado la vida de Zidane con goles en octavos al Atalanta, en cuartos al Liverpool y ahora al Chelsea en semifinales. Sin Sergio Ramos, empuja al equipo en modo capitanísimo.