A Allegri sólo le vale ganar
La Juve debe vencer a un Maccabi debilitado para seguir teniendo opciones de clasificación
Tras haber vivido el peor arranque de su historia en la Champions (cero puntos en dos jornadas), a la Juventus no le quedan muchas opciones para seguir teniendo esperanzas. Hay que ganar todo lo que se pueda y el calendario, en este sentido, ofrece una oportunidad: el Maccabi Haifa. Además de ser un rival teóricamente asequible, en estos días el conjunto estará debilitado por el Yom Kippur, el “día de la expiación”, el más sagrado del año judío. Del atardecer del 4 al 5 de octubre, tanto el entrenador Bakhar como algunos de sus futbolistas no podrán beber ni comer. Utilizarlos a lo largo del
partido sería posible, pero de inicio puede ser un riesgo a nivel muscular sobre todo por la falta de hidratación. “Tenemos una plantilla amplia y varios extranjeros no judíos que pueden jugar”, afirmó el entrenador, “vamos a alinear un gran once e intentaremos dar la sorpresa”.
Allegri, que en este curso ya tuvo demasiadas penas, está intentando normalizar su situación. Szczesny explicó que el entrenador trabaja “en la cabeza de sus jugadores” para recuperar confianza y autoestima. La victoria con el Bolonia ha dado algo de oxígeno, pero ayer llegó otra mala noticia. Milik, que ha tenido un impacto impresionante (cuatro goles en nueve presencias), sufrió una sobrecarga y no estará de inicio. Estará, Di María, ausente por sanción en la Serie A y con muchas ganas de reivindicarse. “Está mucho mejor, hará un gran partido”, afirmó Allegri. El argentino jugará junto a Vlahovic: las esperanzas europeas de la Juve pasan por sus pies.