AS (Sevilla)

La base de toda una generación

Con Elisa Aguilar a los mandos, el baloncesto femenino dio un gran salto de calidad a principios del siglo XXI

- JUANMA RUBIO

Elisa Aguilar (Madrid, 15/10/1976) tenía una cita marcada en su agenda, el Eurobasket de 2013. El campeonato de Francia iba a suponer su adiós de la Selección femenina junto a su grandísima amiga y ahora también compañera del Hall of Fame, Amaya Valdemoro. Aquel 30 de junio de 2013, las dos alzaron en Orchies el que sería el segundo título continenta­l para la Selección femenina (antes, el de Perugia en 1993 y después llegaron los oros de 2017 y 2019). A sus 36 años, Elisa iba a continuar su carrera en Polonia (tenía un acuerdo cerrado con el Polkowice), pero después de aquella noche mágica en Francia decidió que no iba a poder tener mejor despedida que aquella, con un oro colgado al cuello que se convertía en el mejor broche posible a una carrera absolutame­nte excepciona­l.

“No he tenido un sentimient­o de pertenenci­a tan grande como con la Selección. Nos hemos ido pasando ese sentimient­o y no se va a perder porque es lo que nos hace distintos al resto”, dijo Elisa Aguilar al ingresar en el Hall of Fame en esta segundo promoción. La sexta jugadora que más partidos ha disputado con la Selección (222) llegó al baloncesto de rebote. De familia futbolera, ella jugaba al fútbol en el patio del Colegio Amorós hasta que su madre Paquita le recomendó que probara con otro deporte en el que sí hubiera equipo femenino, porque se iba a hacer daño. Y ese deporte fue el baloncesto. Fue un auténtico flechazo. Con 16 años ya estaba jugando en la élite con el Canoe y en el baloncesto español conquistó cinco Ligas, ocho Copas de la Reina y seis Supercopas.

George Washington.

El de Sevilla no será el primer Hall of Fame para Elisa, que ya vivió una noche mágica hace tres años al ingresar en el de su universida­d junto a la ahora entrenador­a del Lointek Gernika, Anna

Montañana. Ella también dejó huella en las Hoyas de George Washington, donde mantiene el récord de puntos y asistencia­s. El verano de 2002 lo pasó en la WNBA (Utah Stazz), pero el baloncesto americano tenía un gran inconvenie­nte: al disputarse en verano no era compatible con la Selección,

“el equipo de su vida”. Durante 18 años con España, la base madrileña disputó siete Eurobasket, tres Mundiales y dos Juegos Olímpicos en los que se colgó seis medallas: un oro, una plata y tres bronces continenta­les más el bronce del Mundial de la República Checa en 2010, el primero para la Selección femenina en un campeonato interconti­nental.

Elisa se retiró hace ya nueve años, pero sigue vinculada al baloncesto como directora de competicio­nes de la Federación Española de Baloncesto. Además fue embajadora de la FEB en programas de de promoción y difusión del baloncesto en toda España y también es miembro de la Comisión de Baloncesto Femenino de la FIBA. Una vida que sigue estando dedicada al mundo de la canasta y un referente para toda una generación.

“No he tenido un sentimient­o de pertenenci­a tan grande como con la Selección española y eso es lo que nos hace distintos al resto”

 ?? ?? Raquel de Diego y Elisa Aguilar.
Raquel de Diego y Elisa Aguilar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain