Iraola y su Rayo, al abordaje
Ocho puntos contra Madrid, Barça, Atleti y Sevilla
C. A. FORJANES / EL ANÁLISIS
El entrenador de la nave pirata por excelencia de Primera, el Rayo Vallecano, sabe mejor que nadie cómo moverse en las aguas más peligrosas. No ha perdido esta temporada contra ninguna de las poderosas flotas que han estado en esta Champions: el triunfo de ayer es la última medalla en el pecho de Andoni Iraola; antes se ganó otras con el empate en el Camp Nou en la primera jornada (dejando sin pólvora a Lewandowski), las tablas en el Metropolitano (empezó perdiendo) y el triunfo 0-1 en el Pizjuán... Vallecas, como le gusta decir al barrio, es independiente y con puerto de mar. El Madrid ha sido el último en encallar...
Porque la fórmula de Iraola es sencilla. Aunque es un entrenador al que le gusta beber de otras artes (su última pasión es analizar el fútbol americano, que descubrió durante su tiempo en el New York City de la MLS) su manual parte de una premisa. Intensidad y al abordaje. “El míster plantea muy bien los partidos y luego, dentro de los mismos, sabe leer muy bien las circunstancias que van ocurriendo”, avanzaba Catena en AS en la previa de la visita blanca a la Avenida de la Albufera.
De abajo. Mientras no pocos en Vallecas se tomaron a broma que no se filtrase el nombre de ningún jugador rayista en la prelista de 55 de Luis Enrique, es un grupo que sabe lo que quiere. Ocho de los titulares ayer (Dimitrievski, Catena, Fran García, Óscar Valentín, Comesaña, Isi Palazón, Trejo y Álvaro García) estaban en el Rayo que subió hace tres temporadas tras colarse como sextos en el playoff de ascenso... Pero ahí, justo en ese momento, y en un partido mágico en Montilivi, se fraguó este Rayo iraoliano. “Hay un punto de ambición de que pertenecemos a esta categoría porque les ha costado mucho llegar aquí”, explicó anoche el propio Iraola.
Uno de ellos, por ejemplo, es Isi Palazón. De Cieza, jugó un año en La Fábrica y se volvió a casa. Partidos en Tercera, trabajar en la huerta... tan lejos parecía su destino, la Primera, que su propio apodo en Twitter es casi una broma. Isinho, como si en vez de la franjirroja portase la Verdeamarela. Por si acaso, que Tite lo sepa. Es el símbolo de que los marineros rayistas no vienen quizá de alta cuna, pero a coraje no les ganan. Iraola, desde el pabellón de mando, ha dado orden de no arriar la bandera.
Mérito Ocho de los titulares ayer estaban hace tres años en Segunda