AS (Sevilla)

Los pecados del Madrid

- RICARDO GLEZ. / MADRID

Las cosas no van bien en el Madrid, pobres resultados (la derrota en Zaragoza es la quinta en los últimos nueve partidos) y las sensacione­s no los mejoran. Mala gestualida­d del equipo el domingo en los peores minutos del curso. Los de Fisac lo bordaron, aunque su potencial no es del Barça, Baskonia, Olympiacos y Virtus, los otros verdugos blancos. Chus Mateo dice que “en los momentos malos hay que estar juntos y saber sufrir”. Y añade: “Tenemos talento, pero las cosas se hacen desde el trabajo, la defensa y la unidad”. Mucho de eso faltó en Zaragoza. Pese a que haya ya algún rumor, la continuida­d del técnico no está en juego ahora.

El equipo blanco acumula cinco derrotas en los últimos nueve partidos con malas sensacione­s

La defensa, el primer gran problema.

Sin defensa no hay gloria. El Madrid se coló en la pasada final de la Euroliga tras superar una racha de 12 derrotas en 16 partidos, actuacione­s con porcentaje­s de tres inferiores al 10% en una plantilla con menos talento, pero con un nivel defensivo más alto. Los blancos han permitido a la Virtus 95 puntos cuando esta no había pasado de 66, de 85 tantos cada cien posesiones a 129 en Madrid. El domingo en Zaragoza, el

Casademont jugó a un ritmo altísimo (casi 83 posesiones) e hizo 94 puntos (113 tantos cada cien) cuando su mejor marca era 84. Falta responsabi­lidad individual y fuerza colectiva, con varios jugadores que necesitan que los arropen atrás para que el conjunto no se resienta. Musa, por ejemplo, encaja mejor con Hanga (o Goss) que con el Chacho. Llull, Yabusele y Cornelie tampoco destacan atrás. Y Poirier atraviesa un claro bajón.

El ataque empuja al desequilib­rio.

Una parte de culpa de la mala defensa, y de esos partidos difíciles de sujetar con muchas posesiones y canastas fáciles del rival, viene del ataque, de malos tiros o pérdidas que provocan transicion­es con poca oposición. Lo vimos en Zaragoza (8,5 pérdidas por cada asistencia en los tres primeros cuartos, cuando el Madrid lideró varios años ese ratio en Europa en la era Laso) y antes en otros encuentros. En balones extraviado­s es el cuarto por la cola en la Euroliga (14,8). Mateo trata de que el talento no sea cosa de arreones personales y que forme parte de la cohesión del grupo.

Lesiones y bajas formas.

Con Hanga adquiriend­o aún ritmo, Williams-Goss entrenándo­se pero todavía sin debutar y Rudy de baja, al Madrid le faltan sus mejores exteriores defensivos. Una merma que se agudiza por el mal momento de Poirier, y algo menos de Yabusele, ahora que se cumplen casi dos meses del Eurobasket. Ambos, piezas clave en el juego interior.

El ‘colchón Laso’ no está.

Ferrándiz y Lolo Sainz son leyendas del banquillo blanco. Pero desde 1989, George Karl salió entre lágrimas, Luyk estuvo en dos etapas, Obradovic ganó la Euroliga aunque ningún título nacional, el proyecto Scariolo empezó bien y se cortó abruptamen­te, Imbroda no tuvo éxito, Maljkovic solo una campaña, Plaza cayó en la maldición del tercer curso, Messina dimitió al año y medio y… Y en 2011 llegó Laso, once temporadas de conquistas en una gran gestión también del club. Con él había la certeza en los malos momentos de que todo se reconducir­ía, de que pese a las exigencias el equipo saldría a flote. Eso puede repetirse con Mateo, pero la certidumbr­e no existe, sin Laso falta el colchón que lo amortiguab­a todo.

 ?? ?? Vincent Poirier, Guerschon Yabusele, Dzanan Musa y Adam Hanga se marchan de la pista después de la derrota en Zaragoza.
Vincent Poirier, Guerschon Yabusele, Dzanan Musa y Adam Hanga se marchan de la pista después de la derrota en Zaragoza.

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