Verstappen fue vulnerable
Russell gana el esprint por delante de Sainz, agresivo frente a Max con una pasada firme
Verstappen fue vulnerable. Por primera vez. Los Mercedes batieron a Max, su Red Bull no fue indestructible y la elección de neumáticos del muro salió rana (solo él montó el intermedio entre los favoritos). El neerlandés sucumbió ante un Russell crecido, vencedor del esprint y protagonista de la mejor tarde de su equipo este año. Pero Sainz también tumbó a Mad Max, el madrileño firmó uno de los adelantamientos de la temporada en las Eses de Senna, sobre el campeón, con una fiereza digna del encontronazo. Apuró en la frenada, se tiró por el interior, alargó hasta la mitad de la trazada y lo cerró con un leve toque entre ambos que dañó el alerón del neerlandés. Después Hamilton cazaría al Red Bull tocado. George, Carlos y Sir Lewis completarían el minipodio del mejor esprint de esta temporada, quizás el más espectacular de los seis que se han disputado. El experimento funciona con pilotos aguerridos. Ellos lo fueron.
Agridulce para Sainz, que tiene cinco puestos de sanción en la parrilla por el cambio de motor y partirá séptimo, aunque con ritmo para remontar hasta el podio. Lástima para los comisarios, que tienen trabajo por incorrecciones en el procedimiento de salida de Hamilton o Zhou además de varios incidentes. Mientras tanto, Russell ganó, aunque no sea una carrera propiamente dicha, horas después de provocar una bandera roja. Y Verstappen, cuarto (sale tercero), correrá a la contra frente a los Mercedes en un Interlagos como una olla a presión. Magnussen salvó el octavo, último punto con honor para el poleman inesperado.
Incidente. Luego está lo de Alpine. La teoría dice que al compañero se le conceden dos centímetros extra. La práctica dijo otra cosa. El esprint fue regresivo para los dos coches de Enstone por culpa de una primera vuelta que pasó de ofensiva a traumática. La arrancada de Alonso fue buena, presionó a Ocon en la recta de atrás y aguantó el exterior de la curva cuatro.
El francés se defendió como un león y el asturiano tuvo que salvar un trallazo al límite para seguir en carrera. Uno de esos que termina en la grava para nueve de cada diez pilotos. Fernando tenía esa décima extra y volvió a intentarlo en el primer paso por meta, pero esta vez el daño fue mayor: se tocó con Ocon y se rompió el alerón delantero. Resultado: pit-stop y último puesto rodando en tierra de nadie (con un tiempo por vuelta similar al del primero).
Tener amigos para esto. Alonso cruzó la meta 15º, pero los comisarios le retrasaron al 18º con cinco segundos de sanción, justo detrás de un Ocon sin ritmo, dañado el Alpine en el primer incidente. Antes, el asturiano fue capaz de adelantar a Latifi, Stroll y Tsunoda, además de Esteban, con el hándicap de su paso por boxes. Pero ninguno de los dos Alpine puntuó. Quizás con esos dos centímetros extra de benevolencia para con el compañero, el desenlace habría sido diferente… y la posición de partida hoy, también.
Alpine Alonso, sancionado por un toque con Ocon en el inicio