El Madrid ruge
El UCAM Murcia sufre la furia blanca ● En el minuto 18 iban 52-18 y 80 a -1 en valoración Poirier, a gran nivel
esde el resbalón sonado en Zaragoza, hace dos semanas, no había habido Liga y el Madrid tenía algo que demostrar. Rugió el campeón hasta aterrorizar al UCAM Murcia, al que zarandeó del minuto 6 al 18 (parcial de 44-12) para un +34 (52-18). Una exhibición coral que se relajó en el tercer periodo y tuve un repunte en el último con un entonado Abalde y con Causeur de vuelta. Antes, mucho de todos en un primer tiempo primoroso.
De nuevo Poirier a gran nivel (19 puntos con tres mates y dos tapones y un +34 con él en cancha en solo 21:03), esta vez incluso sin conectar con el Chacho, que descansó. El canterano Eli Ndiaye tuvo casi 24 minutos y aprovechó hasta el último segundo, magnífico ejemplo. Y bien Llull, Musa, Tavares, Cornelie… Y Hezonja, en perfil bajo, si quieren, sin hacer ruido, pero dándole al grupo lo que necesita para ganar. En el UCAM, mejor hacer borrón y cuenta nueva.
Hay partidos en los que a un equipo le sale todo y un poco más, en los que la realidad supera el plan previsto y la recompensa va más allá de lo esperado, esos días en los que un bloque agarra el duelo con mandíbula firme y no lo suelta. Y hay partidos también en los que a uno de los contendientes le falta concentración y energía, y después acierto y luego recursos a los que agarrarse, y se atasca y le sobra la plenitud del rival… Y acaba así chocando contra un muro una y otra vez, atrapado en el tiempo. Pues bien, el ejemplo de lo uno, reflejado en un Madrid pletórico, y de lo otro, en un UCAM Murcia descarriado, lo vimos ayer en el WiZink. Al descanso, Sito Alonso dijo en Movistar+ encontrarse “humillado”, y no por el +30: “Sino porque con lo que trabajan mis jugadores, no es normal que hayamos hecho esta primera parte”. Una en la que al cruce con el minuto 18 (52-18) la valoración era de ¡80 a -1!
El Madrid salió centradísimo, con Williams-Goss de titular, Musa generando ventajas y mirando a sus compañeros y Tavares como referencia de la ofensiva, bien para anotar o para crear juego. Luego entrarían Llull, Abalde y Hezonja, muy bien los tres. El alero gallego parece soltarse ya recuperado de una larga lesión. Y añadan a Poirier, en modo destructor. Vuelve a transmitir amenaza constante, poderío, y lo adornó con dos triples sin fallo (récord personal).
En la reanudación, el UCAM, herido en su orgullo, se llevó el tercer cuarto antes de otro acelerón con Abalde al mando (9149, +42) y con Causeur. Los motores atruenan, el Madrid anda en plena fase de despegue.