Alonso tiene un nuevo plan

Hay dos imágenes de enorme contraste que marcaron la despedida de Fernando Alonso del equipo Alpine el pasado domingo. En una de ellas se ve al español, agradecido y emocionado, atravesar un pasillo humano de compañeros, entre aplausos y abrazos, en su último camino al box francés. En la otra se ve a Alonso abandonando el GP de Abu Dhabi por su enésimo problema de fiabilidad del curso, mientras cerraba el vínculo con su escudería con un drástico: “Estoy contento porque esto se haya terminado”. La diferencia entre ambas fotos define bien las inestables relaciones que Alonso ha tenido históricamente con sus equipos, esos altibajos que han marcado su longeva carrera. Ferrari y McLaren pueden dar fe de ello.

El asturiano comenzó su última andadura con Renault espoleado por el regreso a casa, al equipo con el que campeonó en 2005 y 2006, y la ha acabado casi como el rosario de la aurora, con esa sensación de que Alpine no hizo lo suficiente por retenerle y favoreció a su compañero Esteban Ocon. Si rebobinamos hasta aquel 2021 del retorno, Alonso nos habló de un Plan. Así, con mayúsculas. Fue una magnífica maniobra de marketing, pero sin apenas asideros. Si acaso, el Plan de Alonso se sustentaba en la esperanza del nuevo reglamento que iba a igualar los coches para dejar brotar su indudable talento como piloto. No hubo tanta igualdad. Al menos, no hasta este punto. La cosa es que Alonso ha salido ya de Alpine, “contento de que haya terminado”, y desde esta misma semana vuelve a ilusionarse con otro proyecto que le hace soñar con su tercer Mundial. Hoy se subirá por primera vez al Aston Martin, con el que ya comenzó a trabajar ayer. Es difícil pensar que un constructor que ha finalizado séptimo, con su primer piloto en la 12ª plaza, Sebastian Vettel, pueda dar ese salto de calidad. Pero con Alonso siempre surge un nuevo plan. Esperemos que no acabe en una nueva frustración.