Capital del crossfit
Madrid celebra la 2ª edición de un torneo en auge
Ana Alquezar empezó a practicar crossfit por recomendación de su profesor de biología. “Era un armario gigante y me reveló el secreto”, explica sentada en las gradas del Centro Deportivo Municipal Gallur, donde este fin de semana tiene lugar la segunda edición de las Madrid Challenger Series. Ana, fisioterapeuta y entrenadora, participará. También Isa, su pareja, a la que conoció entre carreras, saltos y levantamientos de peso. “Empecé porque jugaba a rugby, me venía muy bien como complemento. Luego, me lesioné y me ayudó en la rehabilitación”, explica.
Es algo común. El crossfit, cuyo origen se sitúa en Estados Unidos, combina disciplinas como la halterofilia, la gimnasia o el atletismo. En 1974, un joven estudiante universitario, Greg Glassman, creó un programa de entrenamiento que, posteriormente, sería ampliamente adoptado por policías, bomberos o militares. Hoy en día, ya es un deporte de competición. En Madrid, se repartirán 70.000€ en premios.
“El crossfit es la mejor forma de entrenar”, no duda en asegurar Alexander Anasagasti a AS. Ganador de la pasada edición y uno de los embajadores de la presente, el vasco, campeón de España en dos ocasiones y con presencia en los CrossFit Games, es el máximo exponente nacional alrededor del globo.
Actualmente, hay más de 15.000 gimnasios específicos (conocidos como boxes) en 155 países distintos afiliados a la marca registrada CrossFit. En España, con un gran boom tras la pandemia (“la gente lo practicaba en casa sin saberlo”), la cifra se acerca a 700. “No es una moda, es un deporte joven. En Madrid, le das una patada a una piedra y encuentras un box. Es una locura”, celebra Anasagasti.
Tanto él como el subcampeón olímpico Ray Zapata, otro de los padrinos de las Series, que acogerán a más de 350 participantes, auguran un futuro brillante a la disciplina. “El crossfit y la gimnasia tienen cosas parecidas y se potencian. El crossfit es muy bueno a nivel fisiológico”, remarca Zapata a este periódico. Su duración (corta), dinamismo y espectacularidad, en la línea de las demandas actuales, conforman una buena candidatura olímpica. “¿Por qué no? Mira el caso del breakdance. La innovación y traer la ilusión de nuevos atletas son cosas positivas”, valora la medalla de plata en Tokio. Sabe de lo que habla.
Ray Zapata “¿Deporte olímpico? ¿Por qué no? La innovación es buena”