Un equipo que ha ofrecido tres versiones
El cuadro nipón responde a su perfil tradicional: insinúa mucho en tres cuartos de campo, pero le falta ser contundente en las dos áreas. Moriyasu confunde a la crítica con sus cambios
Las tres caras de Japón.
Se podría pensar que la selección nipona ha mostrado dos imágenes diferentes hasta ahora: la de la impactante victoria ante Alemania y la de la sorprendente derrota frente a Costa Rica. Sin embargo, quizás sería más adecuado dividir su desempeño en tres fases: sus primeros 45’ ante los germanos, en los que casi no tuvieron el balón ni generaron ocasiones; el segundo tiempo contra los de Flick, en el que un cambio de sistema les dio un aire más atrevido y les permitió empezar a amenazar hasta acabar remontando; y todo el encuentro contra los centroamericanos, en el que fueron dominadores, pero no tuvieron ninguna profundidad hasta que ingresó Mitoma.
¿Qué podemos esperar frente a España?
El partido se parecerá más al Japón-Alemania, y el reto de Hajime Moriyasu
será que se asemeje fundamentalmente a la segunda parte de aquel envite. Otra cuestión importante: es muy probable que el empate no les valga a los nipones, por lo que en algún momento tendrán que atreverse a dar un paso adelante. La prensa del país tiene muchas dudas sobre el once titular y tampoco ayuda el hecho de que haya tanto secretismo alrededor del estado de forma real de algunos jugadores tocados. Tomiyasu, por ejemplo, el lateral derecho o central del Arsenal, solo ha disputado hasta ahora 45 minutos y se intuye que no está en condiciones. Wataru Endo, el mediocentro más importante debido a su intensidad, su dinamismo y su capacidad para anticipar, lo ha jugado todo, pero parece que tiene problemas. El técnico cambió mucho al equipo de un partido a otro e incluso ha usado dos sistemas: el 4-2-31 y 3-4-3. La opción de iniciar con cuatro atrás se perfila como la más probable.
Mitoma El mejor jugador de Japón en el Mundial solo ha disputado 63 minutos
Mitoma, el revulsivo.
El mejor jugador de Japón en lo que va de Mundial solo lleva
disputados 63 minutos. En los dos partidos ha ingresado en la segunda parte y se ha ubicado en el perfil izquierdo. El primer día, como carrilero largo, y el segundo como extremo. Siempre a pie cambiado, porque es diestro y encarador. Suya fue la jugada del 1-1 ante Alemania y suya también fue la generación de la ocasión más clara contra Costa Rica. Es la sensación del momento, pero su seleccionador no acaba de apostar por él. También es cierto que en la zona de tres cuartos de campo es donde Japón posee más talento: ahí coinciden
Ritsu Doan, Junyia Ito, Take Kubo, Kamada, Yuki Soma y
Takumi Minamino. Pero pocas explosiones han sido tan sonadas como la de Kaoru Mitoma, de 25 años y al que el Brighton firmó en 2021 del Kawasaki Frontale. En su primer año lo cedió al Union
Saint Gilloise belga, club con el que tiene relación empresarial, y casi logra la machada de ganar la liga.
El viejo problema de las áreas.
Suena a tópico, pero casi siempre se confirma. Japón insinúa cosas muy buenas: sus equipos son ordenados, técnicos, rápidos y valientes, pero les falta la contundencia en las áreas. Atrás lo soluciona con la experiencia de los veteranos Nagatomo, Yoshida y Sakai. El portero Gonda es un punto débil. Arriba, Moriyasu dejó fuera a su mejor goleador, Kyogo Furuhashi, el delantero del Celtic que se enfrentó al Real Madrid
en la Champions. Maeda,
que es su suplente en Glasgow, sí entró en la citación, y se juega el puesto con un Asano que parte con ventaja tras su golazo a Alemania.