El efecto Wass vale tres puntos de oro en una mala tarde
Una asistencia y un gran gol del danés
No necesitó el Celta su mejor versión para liquidar al Panathinaikos. O mejor dicho, sólo necesitó diez minutos de su mejor versión para tumbar a los griegos. Los cambios jugaron un papel clave. Pione Sisto, Wass e Iago Aspas dieron la vuelta a la empanada céltica. Los vigueses estuvieron noqueados durante ochenta minutos. En ese tiempo, el colegiado anuló dos goles visitantes (ambos parecen bien anulados) y no señaló un claro penalti de Cabral sobre Ibarbo. El colombiano fue una auténtica pesadilla para la zaga local y amenazó en varias ocasiones la imbatibilidad de Sergio.
Todo cambió con la entrada de Aspas. Su primer desmarque ya generó peligro. El moañés centró y Guidetti se disponía a marcar cuando Samba le agarró. El italiano Banti dijo no ver nada. Acto seguido apareció Wass, el otro as en la manga que se guardó Berizzo. El danés sirvió un centro medido para que Guidetti se desquitara. Y sobre la bocina sentenció con una falta directa desde 30 metros. El efecto Wass aúpa al Celta en Europa.