Llega la Ryder: la tensión de EE UU contra la feliz Europa
Sergio García y Cabrera Bello, con el Viejo Continente
En la entrada de Hazeltine, el campo de Chaska (Minnesota) donde se disputa desde hoy y hasta el domingo la Ryder Cup, hay un enorme mural que reza: “Haga su tributo a Arnold Palmer”. Y muchos millares de firmas inundan la pared en honor a The King, fallecido esta misma semana. Entre esos autógrafos están los de los 24 jugadores que resolverán si Estados Unidos recupera la hegemonía de otro tiempo o Europa extiende su dominio de hierro de las tres últimas citas.
La tiranía del Viejo Continente empezó en 2010 con el putter de McDowell, siguió en 2012 con el Milagro de Medinah de Olazábal y se prolongó en 2014 con los 12 Colosos de McGinley en Gleneagles. Con el bagaje de esos triunfos, el ambiente del vestuario de Europa “es fantástico” y más con un capitán como Darren Clarke, un desenfadado norirlandés que tiene confianza plena en sus chicos. “Tenemos a Willett, campeón del Masters, a Stenson, ganador del British, a Rose, oro olímpico, y a McIlroy, triunfador en la FedEx Cup, ¿cómo no voy a creer en mi equipo?”, relata Clarke, que ve en su paisano McIlroy al hombre fuerte. Su juego está finísimo, aunque, en prácticas, fallara un putt que luego embocó un hincha americano al que Rose tuvo que pagar 100 dólares en una apuesta. Cosas de la Ryder.
En una competición en la que la experiencia en clave, el factor en contra de Europa es que cuenta con seis novatos como Fitzpatrick, Pieters, Sullivan, Wood, Willett o Cabrera Bello. El canario es el primer español que debuta en Ryder en el siglo XXI y está “en una nube”. Para compensar, Clarke cuenta con dos sabios de la Ryder como Westwood (9 actuaciones y 23 puntos) y Sergio García (7 y 20.5), que avisa a los rookies: “Es una experiencia única”.
EE UU. Más tensos están en EE UU donde el sheriff Davis Love III ha acudido a Tiger Woods como vicecapitán, al Tiburón Phelps para dar la charla motivacional, al Oso Dorado Nicklaus para que ofrezca sabios consejos. Todos son animales competitivos para inculcar su mordiente a Spieth, Dustin Johnson, Walker... un grupo que asusta por su nivel PGA Tour, el mejor circuito del mundo. Llegan heridos por las últimas tres derrotas y en Hazeltine y como dice Mickelson: “Arnold Palmer caminará con nosotros”. Empieza una bella batalla en Chaska.