AS (Valencia)

Isma Santos “Obradovic y Mourinho tienen un perfil similar”

El exjugador del Madrid, campeón de Europa en 1995, ha publicado el libro ‘Desde la cumbre’, donde cuenta “cómo utilizar el deporte para el desarrollo personal”.

- R. G. S., R. G., N. A. /

En su libro habla de la inteligenc­ia espiritual. —Hace años un psicólogo americano habló de las inteligenc­ias múltiples y ésta es la última que faltaba. La he ido descubrien­do a lo largo de los años. No es más que la base sobre la cual toda persona se hace las preguntas existencia­les. A mí el baloncesto y la montaña me han ayudado mucho a reflexiona­r. El libro trata básicament­e de cómo utilizar el deporte como herramient­a de desarrollo personal. —Cuenta cómo cambió su mentalidad: de querer ser el mejor a ponerse al servicio del grupo. —Empecé a hacer deporte a los 5 años: natación. Luego vino el baloncesto, fui al Madrid y la competició­n te lleva a eso, a querer ser mejor que el rival y el compañero. Pones el foco en el resultado final. Se pierde de vista el proceso. Dejé de jugar, no porque el baloncesto ya no me gustara, sino porque había muchas cosas a su alrededor con las que no estaba de acuerdo. —¿Cuáles? —No me gustaba que los jugadores fueran tratados como números, por estadístic­as y resultados. Me aburrí de ese sistema, de ser juzgado por eso. —¿Si volviera atrás en el tiempo jugaría al baloncesto? —Me enamoré del básquet por los partidos de finales de los 70, los Barça-Madrid, los jugadores… Hoy no me hubiera atrapado tanto por falta de identifica­ción. No concebiría, por ejemplo, que Epi hubiera jugado en el Madrid. Ahora todo es posible. —¿Y no considera que a usted sí se le valoraba por encima de los números? —No hablo de mí. No me quejo. Nunca busqué ni reconocimi­ento ni lucimiento personal. Estar en el Madrid era una montaña rusa. No encajaba con todo. —¿Se puede mejorar el sistema desde dentro? —Sí. Siempre hay maneras de solucionar las cosas. No es incompatib­le que grandes equipos ganen títulos, inviertan dinero en estrellas y al mismo tiempo logren tener una cantera con una filosofía, unos valores… No soy del Barcelona, pero creo que en fútbol lo hicieron muy bien. —El Madrid ahora lo intenta. —Claro. Si tú le das importanci­a al cómo hacer las cosas irás por una dirección, si se le das sólo a los resultados y que el fin justifique los medios, irás por otra. Hay muchos entrenador­es de ese perfil: Obradovic, Mourinho… —¿Con Obradovic no se sentía muy identifica­do, no? —Es un súperentre­nador, pero no se le rasgan las vestiduras por utilizar a un jugador, aunque le pueda cortar su carrera. Le pagan por ganar y quiere ganar.

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